Lo queramos reconocer o no, nuestro estilo de vida es poco sostenible. Mejor dicho, insostenible.
Quizás hayas oído hablar de él, bien por su término en inglés, Zero Waste, bien en castellano, Desperdicio Cero. Cada vez somos más lo que nos sumamos a esta filosofía de vida, que trata en esencia de reducir al máximo la cantidad de basura que generamos para contribuir a la sostenibilidad y conservación del medio ambiente.
El consumismo nos ha llevado a demandar de forma masiva productos perjudiciales para el Planeta sin tan siquiera percatarnos de ello. Pocas veces reparamos en que estamos utilizando productos con una vida útil muy corta. Tan corta, que la mayoría de ellos son de un solo uso, y acaban contaminando durante mucho tiempo terrenos y mares.
Adoptando un estilo de vida Desperdicio Cero hacemos frente a uno de los mayores retos de nuestra sociedad moderna, que es el de crear una economía sostenible con muchos beneficios a nivel individual, relacionados principalmente con llevar una vida más sencilla.
Recordemos que los objetivos esenciales de la filosofía Zero Waste son maximizar el reciclaje, minimizar desperdicios, concientizar el consumo y asegurar que los productos puedan reutilizarse o degradarse en la naturaleza sin causar daños.
Quizás hayas oído hablar de él, bien por su término en inglés, Zero Waste, bien en castellano, Desperdicio Cero. Cada vez somos más lo que nos sumamos a esta filosofía de vida, que trata en esencia de reducir al máximo la cantidad de basura que generamos para contribuir a la sostenibilidad y conservación del medio ambiente.
El consumismo nos ha llevado a demandar de forma masiva productos perjudiciales para el Planeta sin tan siquiera percatarnos de ello. Pocas veces reparamos en que estamos utilizando productos con una vida útil muy corta. Tan corta, que la mayoría de ellos son de un solo uso, y acaban contaminando durante mucho tiempo terrenos y mares.
Adoptando un estilo de vida Desperdicio Cero hacemos frente a uno de los mayores retos de nuestra sociedad moderna, que es el de crear una economía sostenible con muchos beneficios a nivel individual, relacionados principalmente con llevar una vida más sencilla.
Recordemos que los objetivos esenciales de la filosofía Zero Waste son maximizar el reciclaje, minimizar desperdicios, concientizar el consumo y asegurar que los productos puedan reutilizarse o degradarse en la naturaleza sin causar daños.
El movimiento Desperdicio Cero apuesta porque no haya la necesidad de reciclar basura, por la ausencia de la misma
A nivel internacional el movimiento Zero Waste tiene impulsoras como Bea Johnson, con su Zero Waste Home, y Lauren Singer, con su blog rompedor Trash is for Tossers (La basura es para inútiles). Surgidos dentro de la cultura del usar y tirar, se enfrentan al consumismo con alternativas sostenibles, y en ocasiones, muy ingeniosas.
A la Regla de las 3 erres (Reducir, Reutilizar, Reciclar), Bea Johnson le ha añadido 2 más: rechaza lo que no necesites y composta el resto (en inglés, Rot). Como observarás, este flujo de trabajo queda bastante completo.
Una iniciativa más formal es la Alianza Internacional del Residuo Cero (ZWIA – Zero Waste International Alliance), creada en 2002, se encarga de proponer alternativas ecointeligentes para evitar que nuestras basuras acaben en vertederos o incinerados.
Otra labor clave de ZWIA es la de sensibilización ciudadana de los beneficios sociales, económicos y ambientales que se pueden obtener cuando se aprovechan los residuos como recursos.
A la Regla de las 3 erres (Reducir, Reutilizar, Reciclar), Bea Johnson le ha añadido 2 más: rechaza lo que no necesites y composta el resto (en inglés, Rot). Como observarás, este flujo de trabajo queda bastante completo.
Una iniciativa más formal es la Alianza Internacional del Residuo Cero (ZWIA – Zero Waste International Alliance), creada en 2002, se encarga de proponer alternativas ecointeligentes para evitar que nuestras basuras acaben en vertederos o incinerados.
Otra labor clave de ZWIA es la de sensibilización ciudadana de los beneficios sociales, económicos y ambientales que se pueden obtener cuando se aprovechan los residuos como recursos.
Este triple balance sostenible se materializa en la protección del medio ambiente, la reducción de costes en la gestión de las basuras, y en la creación de generan nuevas oportunidades de negocio y laborales
Para entendernos. Hablar de Desperdicio Cero es un objetivo que a priori no se puede alcanzar ya que la eliminación total no es posible dada la naturaleza de la actividad humana, que es de por si generadora de residuos.
Y desde el punto de vista de la estandarización, la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) ha desarrollado la certificación Residuo Cero que reconoce a las organizaciones que evitan que los residuos acaben de forma sistemática en el vertedero. Muy conectado con los planteamientos de la Economía Circular.
Se busca, por tanto, con metodologías y certificaciones en las organizaciones, proporcionar herramientas para que éstas optimicen sus procesos, y estén en una posición mejor para abordar nuevas normativas legales que aparezcan alrededor de la sostenibilidad.
En resumen, las propuestas del movimiento Desperdicio Cero nos ayudan a ser más conscientes de nuestras pautas de consumo y de los bienes materiales que tenemos. Nos ayuda a emplear de una mejor manera los recursos a nuestra disposición. Todo ello minimizando los posibles perjuicios que nuestro actual estilo de vida está provocando al medio ambiente.
A título personal, son ya unos cuantos años desde que incorporamos en nuestra familia los postulados del Desperdicio Cero. Nuestra conclusión: es más fácil de lo que parece. Además de ahorrar y ser consecuente, te conviertes en referente de hábitos ecointeligentes y colaboras a que se difunda el movimiento.
Y desde el punto de vista de la estandarización, la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) ha desarrollado la certificación Residuo Cero que reconoce a las organizaciones que evitan que los residuos acaben de forma sistemática en el vertedero. Muy conectado con los planteamientos de la Economía Circular.
Se busca, por tanto, con metodologías y certificaciones en las organizaciones, proporcionar herramientas para que éstas optimicen sus procesos, y estén en una posición mejor para abordar nuevas normativas legales que aparezcan alrededor de la sostenibilidad.
En resumen, las propuestas del movimiento Desperdicio Cero nos ayudan a ser más conscientes de nuestras pautas de consumo y de los bienes materiales que tenemos. Nos ayuda a emplear de una mejor manera los recursos a nuestra disposición. Todo ello minimizando los posibles perjuicios que nuestro actual estilo de vida está provocando al medio ambiente.
A título personal, son ya unos cuantos años desde que incorporamos en nuestra familia los postulados del Desperdicio Cero. Nuestra conclusión: es más fácil de lo que parece. Además de ahorrar y ser consecuente, te conviertes en referente de hábitos ecointeligentes y colaboras a que se difunda el movimiento.
Cambia a un estilo de vida sostenible de la mano de #DesperdicioCero
Como ves el efecto de adoptar prácticas sostenibles no solo se queda en tu casa, sino que trasciende al resto de la sociedad. Todo un impacto positivo 😉
Y te recuerdo una cuestión, por si no te has dado cuenta, pero hoy en día ya no es suficiente con usar bolsas de tela o reciclar el vidrio, el papel y el plástico …
¡Ve pensando en simplificar tu estilo de vida!
Y te recuerdo una cuestión, por si no te has dado cuenta, pero hoy en día ya no es suficiente con usar bolsas de tela o reciclar el vidrio, el papel y el plástico …
¡Ve pensando en simplificar tu estilo de vida!
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