17 de febrero de 2022

Textos y fotos para una visión «mágica» de la Naturaleza en El Centenillo

 

Portada del libro "Siempre van solos, los bichos" ©️ Laura Carrascosa Vela

Un libro de textos y fotografías, ‘Siempre van solos, los bichos’ (Comisura Editorial), radiografía en forma de ficción la localidad de El Centenillo, en Sierra Morena, a través de una «interpretación mágica» de los seres «pequeños y frágiles» que comparten el territorio con los pobladores humanos.

Así lo explican a Efe sus autores, la fotógrafa Laura Carrascosa Vela y el periodista y escritor Suso Mourelo, que han querido «tratar de la misma forma a las personas y los animales» en el libro porque en la Naturaleza «hacemos las mismas cosas y tenemos las mismas historias» y por ello utilizan comparaciones como la de una muchacha con un rabilargo -ave de la familia de los córvidos- o a unos mineros con escarabajos peloteros.

De hecho, ambos han certificado su admiración común por la filosofía oriental, «que trata a los seres humanos como un elemento más de la Naturaleza», ha indicado Mourelo, quien descubrió durante un viaje a Japón que para la cultura nipona «un bosque es sagrado y por tanto no se puede maltratar».

Carrascosa añade que, en la pintura china y japonesa, los seres humanos aparecen «muy pequeñitos» en todos los cuadros de paisajes porque para ellos el ser humano «es algo pequeño en relación a todo el universo» y la publicación incide en esa idea.

El Centenillo, un pueblo minero

El Centenillo es una pedanía jienense del témino municipal de Baños de la Encina y nace en la segunda mitad del siglo XIX cuando inversores ingleses se interesaron por las explotaciones mineras abandonadas en la zona.

En su día llegó a alcanzar los 2.700 habitantes pero comenzó a despoblarse tras la clausura de las excavaciones en 1963, según ha explicado la doctora en Historia del Arte, Isabel Rueda Castaño, quien escribió una tesis sobre el desarrollo de la localidad.

Sin embargo, Carrascosa ha insistido en que «el libro es ficción, no un estudio sobre el pueblo, ni sobre la despoblación, ni sobre Jaén», si bien «los lugares que aparecen y algunas de las historias que contamos son reales» y además muestran cómo «la Naturaleza salvaje ha vuelto a tomar su espacio en el interior de las ruinas de las antiguas explotaciones».

Uno de los personajes del libro está inspirado en Vicente, un vecino que les ayudó a «percibir la Naturaleza a través de sus propios oídos» ya que «no tiene relación con otras personas pero le encantan los animales, escucha a los pájaros y conoce a cada uno por el canto», por lo que les ayudó a «cambiar la mirada y la experiencia del pueblo».

Los autores han querido destacar que imágenes y palabras tienen su propio recorrido y que «no se trata simplemente de una serie de fotografías de unos textos», sino que se trata de dos versiones de la misma historia para que «cada lector que vea el libro se cree su propia composición». 

Sobre su experiencia personal en El Centenillo, Mourelo ha escrito también La naturaleza del silencio, que se suma a otras siete publicaciones de su autoría, mientras que Carrascosa ha elaborado otros fotolibros como Vorhandenheit o Como la casa mía, que fue finalista a Mejor Libro de Fotografía del Año en la categoría nacional. EFEverde

No hay comentarios: