Fabricar
un combustible mejor y más rentable que el bioetanol a partir de cualquier
azúcar de origen vegetal, incluso hierbas o madera, podría próximamente ser
posible, aseguran químicos estadounidenses. Por Laurente Banguet y Mariette Le
Roux (AFP)
El
procedimiento, elaborado por investigadores de la Universidad de California en
Berkeley parte de una receta centenaria: la producción de acetona y de etanol por
fermentación de azúcares, con ayuda de una bacteria bien conocida, Clostridium
acetobutylicum, de la misma familia que los bacilos responsables del tétano, el
botulismo o la gangrena gaseosa.
Este
bioetanol, como el producido por fermentación de otras bacterias, está lejos de
ser perfecto.
La
capacidad energética del bioetanol producido en la actualidad por la industria
es más débil que el de la mayoría de los otros hidrocarburos, lo que lo reduce
a veces a un aditivo con gasolina convencional, salvo si se modifica para ese
efecto el motor.
"No
puede ser mezclado con gasoil, solo con gasolina" y, como no puede ser
llevado por oleoductos, debe ser transportado por camión, lo que lo convierte
en una solución alternativa poco rentable, dijo a la AFP Harvey Blanch, de la
Universidad de California.
La
principal causa del bajo rendimiento energético del etanol es muy simple: su
molécula solo contiene dos átomos de carbono.
Aquí
interviene la reacción química perfeccionada por Harvey Blanch y sus colegas.
Gracias
en especial a los catalizadores, actúan directamente sobre los productos de la
fermentación por Clostridium para aumentar el número de los átomos de carbono
de los alcoholes, utilizando los de la acetona.
El
resultado es que aparecen hidrocarburos que contienen entre siete y quince
átomos de carbono por molécula, indican en el estudio publicado el miércoles
por la revista británica Nature.
"Lo
que es interesante con esta fermentación, es que se puede utilizar con azúcares
de diversos orígenes. Pueden surgir del almidón de maíz, celulosa, glucosa,
etc. Puede tratarse de hierbas, bio-masa leñosa, álamo, remolacha",
subrayó Harvey Blanch.
"Produjimos
varios litros suficientes para probarlos en motores. El proceso químico debe
todavía ser perfeccionado, pero se puede imaginar que sea viable en unos
años", dijo su colega Dean Toste.
"Actualmente
es más costoso que los combustibles derivados del petróleo, pero comparada con
otras soluciones alternativas, es muy competitivo, incluso con relación al
bioetanol mismo, pues con la misma cantidad de azúcar al comienzo, producimos
un combustible mucho más eficaz", dijo Harvey Blanch.
Cuando
el procedimiento llegue a su madurez industrial, su precio dependerá mucho de
la compa
Judith Tobeñas
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