Contar con unos suelos saludables y productivos resulta fundamental
para alcanzar algunos de los 17 objetivos de desarrollo sostenible
adoptados este año por la Asamblea General de las Naciones Unidas,
declarado Año Internacional de los Suelos. Estos sostienen nuestros
sistemas alimentarios, filtran y regulan el flujo de agua dulce,
almacenan enormes cantidades de carbono y albergan innumerables
organismos. Pero los suelos de todo el mundo se hallan cada vez más
amenazados por el cambio climático, el crecimiento demográfico y la mala
gestión de las tierras.
Una colección de artículos publicados este año en la revista Nature
reúne una selección de trabajos que exploran el suelo en sus múltiples
funciones y en la configuración del medio terrestre y la sociedad
humana. La utilización y la gestión de los suelos, y su influencia en la
salud humana y la pobreza extrema, son algunos de los temas
investigados.
«A pesar de los progresos notables realizados en los últimos
decenios, en la actualidad el conocimiento de la ecología del suelo
todavía se halla muy por detrás del de la ecología de la parte aérea,
situada por encima del suelo; nuestro conocimiento de la parte
subterránea del mundo es bastante limitada», concluyen Stavros
Veresoglou, ecólogo del suelo en la Universidad Libre de Berlín, y sus
colaboradores en uno de los artículos. En particular, señalan, los
estudios sobre el peligro de extinción al que se enfrentan los
organismos edáficos son alarmantemente escasos.
En otro de los trabajos se destaca la importancia del uso eficiente
del nitrógeno en la agricultura para hacer frente al triple reto de la
seguridad alimentaria, la degradación ambiental y el cambio climático.
Xin Zhang, de la Universidad de Princeton, y sus colaboradores examinan
los patrones históricos en el uso de este nutriente y revelan una amplia
gama de enfoques nacionales de desarrollo agrícola y la contaminación
que conlleva, a la vez que proponen estrategias para cumplir con los
objetivos de desarrollo sostenible de la Asamblea General de las
Naciones Unidas.
También se pone de relieve la función esencial de los suelos en el
almacenamiento de carbono. Si bien el clima es considerado uno de los
principales factores que influyen en el contenido de carbono orgánico
edáfico, Sebastian Doetterl, de la Universidad de Gante, y sus
colaboradores demuestran que las reacciones geoquímicas que se producen
en el suelo desempeñan también un papel importante en la retención de
este elemento.
En las páginas de la FAO y el CSIC
se recogen distintas actividades, material informativo y publicaciones
relacionados con la celebración Año Internacional de los Suelos.
Más información en Nature
Fuente: Nature / IyC
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