4 de abril de 2016

Víctimas del cambio climático

Desde que existen registros históricos, las migraciones impuestas por el clima han remodelado la civilización. Hace unos cuatro mil años, una larga sequía obligó a Jacob y su prole a abandonar Canaan en dirección a Egipto; exilio que no conocería fin hasta el éxodo que habría de liderar Moisés. Tres milenios después, la falta de lluvias y pastos contribuyeron a que las tropas mongolas abandonasen Asia Central y llegasen a Europa, donde acabarían por establecerse. Ya en el siglo xx, una catástrofe ecológica detonada por la sequía y exacerbada por una desdichada política agrícola obligó a tres millones y medio de personas a desplazarse del Medio Oeste de EE.UU., en el episodio conocido como el Dust Bowl («Cuenco de Polvo») americano.
Hoy la historia se repite, pero el escenario es otro. Estamos entrando en una era marcada por rápidos cambios climáticos debidos a la emisión de gases de efecto invernadero. Entre otras consecuencias, se prevén alteraciones notables en la pluviosidad, una mayor frecuencia de fenómenos extremos como sequías o inundaciones, la elevación del nivel del mar, la acidificación de los océanos y cambios prolongados en las distribuciones de lluvias y temperaturas. Cualquiera de esos fenómenos trastornaría con severidad los ecosistemas de los que dependemos. En un mundo cada vez más poblado, las consecuencias podrían incluir migraciones en masa de una escala sin precedentes.
La suerte que correrán las islas de baja altura sobre el nivel del mar ha despertado un enorme interés. De darse ciertos supuestos, gran parte de los 38 estados insulares de pequeña extensión que existen en el planeta podrían haber desaparecido a finales de siglo. Pero las dificultades que habrían de afrontar sus habitantes no serían más que la parte visible del atolón. Tan solo en la India, una elevación de un metro en el nivel del mar obligaría a desplazarse a 40 millones de personas. Esta no constituye la única catástrofe de origen climático a la que se enfrenta el sur de Asia: los modelos de Arthur M. Greene y Andrew Robertson, de la Universidad de Columbia, no solo sugieren un aumento en el monto pluviométrico total durante los monzones, sino también una reducción en el número de días de lluvia. Los cambios en los ciclos fluviales (consecuencia de una menor cantidad de nieve durante el invierno y de una disminución de la masa glaciar) afectarían al modo de vida de cientos de millones de agricultores en las zonas rurales y a los recursos alimenticios de un número equiparable de urbanitas.

El cambio climático provocado por el calentamiento global perturbará gravemente la vida de millones de personas, que pueden verse obligadas a emigrar de su tierra.
Examinamos aquí tres regiones del mundo donde los efectos del cambio climático ya han comenzado a provocar el abandono de las tierras por parte de la población.
Es imposible pronosticar con exactitud la magnitud y la dirección que tomarán las migraciones, pero deben tomarse medidas políticas para paliar las consecuencias.
 

JackyR/WIKIMEDIA COMMONS

 Sherbinin, Ale, Warner, Koko y Ehrhart, Charles para investigación y ciencia

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