Son otro síntoma de la degradación del ecosistema marino. Sus plagas son cada vez más frecuentes y aparecen en zonas no habituales. Josep María Gili, investigador en el Departamento de Biología Marina y Oceanografía del ICM-CSIC y uno de los mayores expertos del mundo en medusas, nos cuenta el peligro que esconde su proliferación en los océanos.
- Planeta Inteligente.-Los expertos están de acuerdo en que ha aumentado el número de medusas en los océanos y mares, como se ha podido comprobar en en la franja mediterránea y en el océano índico. ¿A qué se debe esta proliferación?
- Josep María Gili.-En general, podemos asegurar que, en aquellos lugares donde había una presencia estacional de medusas, como en el Océano Índico, ahora prácticamente están todo el año. Y, en muchas zonas en las que no se conocía una presencia masiva, hoy en día es un hecho habitual. Ya no existe casi ningún rincón oceánico sin ellas.
- La eliminación progresiva de sus depredadores y animales marinos competidores por el alimento son el principal factor del incremento de las medusas en todos los mares y océanos del mundo.
- La eliminación progresiva de sus depredadores y competidores es el principal factor del incremento de las medusa
- P.I.-No todos coinciden en que esta proliferación de medusas sea consecuencia del cambio climático… ¿Qué opina usted? ¿Existe alguna relación?
- J.M.G.- El incremento paulatino de la temperatura en los océanos favorece los ciclos de reproducción y la demanda energética de de las especies, como las medusas, lo que favorece su proliferación. De hecho, es muy evidente en el aumento de las llegadas a la costa de las medusas oceánicas, que viven en mar abierto.
- La temperatura del agua, junto al cambio del régimen de lluvias o de vientos y corrientes, favorece las llegadas de medusas en las playas. Pero esta subida de temperatura no ayudaría mucho al incremento de medusas sin otros factores primordiales, como la sobrepesca.
- P.I.-Y, ¿cuáles son sus consecuencias?
- J.M.G.- Las proliferaciones de medusas son un ejemplo del desequilibrio que hemos causado en los océanos, tanto por la sobrepesca, como por la contaminación y el cambio climático. Las grandes concentraciones de medusas causan problemas en las playas (sus picaduras son muy molestas o incluso, en algunos casos, mortales), lo que repercute en el turismo.
- También originan contratiempos en las instalaciones térmicas o nucleares cercanas a las costas, pues taponan los circuitos de refrigeración. En las piscifactorías, provocan la mortalidad de los peces; en el mar, colapsan las redes de los pescaderos... Todas estas circunstancias producen un efecto directo en la economía local y, durante los últimos años, también en la global.
- P.I.-¿Podemos frenarlas? Usted desaconseja la pesca de medusas, ¿por qué? ¿Existen otros métodos?
- J.M.G.- Sacar las medusas del agua es casi imposible. Por sus características y por su cuerpo gelatinoso, las redes para atraparlas deberían ser de luz de malla tan fina, que sería como vaciar el mar de vida. Además, cerca de la costa, especialmente en las zonas de baño, suelen romper las redes y los tentáculos rotos que quedan enganchados en ellas pican a los bañistas.
- Pero, aunque la pesca con red no fuera una opción tan dañina medioambientalmente, hay que recordar que muchas medusas viven en profundidad, tan solo suben a la superficie para alimentarse por la noche y se desplazan gracias a las corrientes marinas. Por lo que resulta muy difícil predecir dónde estarán.
- Inevitablemente el único sistema para controlar las poblaciones de medusas es reducir drásticamente la pesca industrial en todos los océanos y fomentar la pesca artesanal. El problema es que no estoy nada convencido de que se plantee esta solución hoy en día.
- P.I.-¿Hay especies peligrosas en las costas españolas? ¿Han llegado nuevas?
- J.M.G.- La especie más peligrosa en las costas españolas es el sifonóforo (del grupo de las medusas Cnidariso) y la Physalia physalis (carabela portuguesa).
- Pero también han proliferado en los últimos años la cubomedusa Caribdea marsupialis, cuya picadura resulta muy dolorosa, y la más peligrosa y común, la Pelagia noctiluca, cuyos efectos varían según cada persona y la superficie de la piel afectada. Sin embargo, ninguna de estas especies es mortal.
- El peor escenario es seguir sin hacer nada, sin empezar a revertir la situación de sobreexplotación de los océanos
- P.I.-Usted comentó una vez que estas oleadas de medusas son cíclicas, ¿a qué responden estos periodos?
- J.M.G.- Antes, cuando los años tenían primaveras lluviosas y la temperatura del mar era más baja, las medusas costeras retrasaban sus ciclos hasta el verano y llegaban menos cantidad de oceánicas, que viven en mar abierto.
- Sin embargo, el cambio climático, con sus primaveras más cortas y secas y sus veranos más largos y calurosos, ha hecho que los ciclos de las medusas sean más frecuentes y numerosos. Hemos pasado de ciclos de 11 o 12 años a seis años o incluso menos.
- P.I.- Si esta situación se mantiene, ¿cuál es el peor escenario posible?
- J.M.G.- El peor escenario es seguir sin hacer nada, sin empezar a revertir la situación de sobreexplotación de los océanos. El gran problema de las proliferaciones de medusas es quizás el que se ve menos. Las medusas aumentan y rompen el equilibrio ecológico de los océanos. Son grandes consumidoras de plancton y, sobre todo, de huevos y larvas de peces. Además, resisten mejor los contaminantes que otros animales marinos, aunque al final esto también les acabará afectando.
- Hace falta un cambio de actitud decidido y valiente para revertir la situación de los océanos si queremos seguir disfrutando de ellos. Las medusas, o más bien sus picaduras, son los mensajeros más evidentes de la situación de degradación a la que hemos sometido al medio marino.
- Los océanos han ayudado de manera decisiva a la humanidad durante miles de años. Ahora la situación ha cambiado drásticamente, son los océanos quienes necesitan nuestra ayuda.
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