24 de septiembre de 2020

El método bádminton

 En las últimas décadas, los fondos marinos de la plataforma continental se han degradado y empobrecido debido al impacto de la pesca y otras actividades humanas. Una de las consecuencias más destacadas de esta alteración ha sido la destrucción de los hábitats bentónicos. En estos, numerosas especies sésiles (gorgonias, corales y esponjas, entre otras) configuran estructuras tridimensionales que son esenciales para que entre sus colonias vivan muchas otras especies, algunas de ellas de interés comercial. Estas especies bentónicas «constructoras» constituyen el refugio temporal de estadios larvarios y juveniles de peces y crustáceos, que encuentran entre sus colonias alimento y protección. La desaparición de estos organismos supone una pérdida de biodiversidad y de su función ecológica, esencial para la supervivencia de las especies asociadas. Asimismo, la fragilidad, longevidad, crecimiento lento y reclutamiento reducido, característicos de corales y gorgonias, dificultan su recuperación.

La restauración de los hábitats bentónicos es, pues, urgente. Las estrategias de restauración pasiva (conservación y protección) ya no bastan para contrarrestar los efectos de la actividad humana. Necesitamos una restauración activa. Desde hace unos años se ha empezado a aplicar el trasplante de colonias de animales sésiles en zonas litorales accesibles con técnicas de escafandra autónoma, sobretodo en ambientes tropicales [véase «¿Es posible salvar los corales?», por Rebecca Albright; Investigación y Ciencia, marzo de 2019]. Pero en las zonas más profundas, a 60 metros y más, el trasplante es difícil, a la vez que muy costoso, debido a que solo puede accederse a ellas mediante robots submarinos.

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A partir de la observación de los pescadores artesanales de la isla de Menorca, hemos desarrollado un método de restauración activa para los fondos de gorgonias de la plataforma continental (en el marco de los proyectos de investigación MITICAP y RESCAP del Programa PLEAMAR de la Unión Europea). Los pescadores de Menorca limpian in situ sus redes de pesca y devuelven al mar las colonias de gorgonias que han pescado accidentalmente. Adheridas a una base de rodolitos (algas calcáreas), caen y se depositan, de pie, en el fondo. Inspirándonos en esta práctica, hemos desarrollado un método similar: las gorgonias atrapadas por los pescadores se extraen de las redes y se trasladan a unos acuarios en las cofradías para que se recuperen; luego se adhieren a un sustrato rocoso que las mantiene erectas (no pueden sobrevivir tumbadas); por fin, los trasplantes de gorgonias se devuelven a su hábitat natural, la plataforma continental, lanzándolos al mar directamente desde las embarcaciones.

Pese a su sencillez, esta técnica ha demostrado ser muy eficaz: más del 80 por ciento de colonias sobreviven un año después de ser trasplantadas y devueltas al fondo marino. Ello permitirá abarcar un gran número de gorgonias, lo que facilitará el restablecimiento de los bosques de gorgonias, acelerando la recuperación global de los fondos. Si, además, implicamos a los pescadores locales, el proceso es todavía más eficiente.


Las gorgonias atrapadas por los pescadores se extraen de las redes y se trasladan a unos acuarios en las cofradías para que se recuperen; luego se adhieren a un sustrato rocoso que las mantiene erectas. [ICM-CSIC]

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