En 1990, un equipo de investigadores halló un fósil de 70 millones de años enterrado en la región rumana de Transilvania. De acuerdo con los científicos, se trató de una nueva especie de tortuga de agua dulce que probablemente sobrevivió a la extinción de los dinosaurios.
Los restos encontrados incluyen secciones casi completas del caparazón, en su parte superior e inferior, además de un hueso de uno de sus brazos y otro de su pelvis. Al tomar como referencia estas partes de su cuerpo, los investigadores creen que pudo haber tenido unos 19 centímetros de longitud .
Los encargados del hallazgo bautizaron a esta tortuga Dortoka vremiri, que podría pertenecer a un grupo que se conoce como tortugas de cuello lateral y que hoy día habita mayoritariamente en Sudamérica, África y Australia.
Los resultados de esta investigación fueron publicados en Journal of Systematic Palaeontology e indican que las tortugas de Transilvania pudieron haber sobrevivido a la extinción masiva gracias a su ecosistema.
Los científicos creen que este animal pudo adaptarse a las nuevas condiciones del entorno luego del meteorito que acabó con cerca de 75 por ciento de todos los seres prehistóricos. Es posible que el rango geográfico y el ecosistema de agua dulce pudieron haber ayudado a esta especie a enfrentar las condiciones climáticas.
Así, a diferencia de las tortugas terrestres que conocemos en la actualidad, el reptil hallado en Transilvania se pudo haber refugiado en el agua. De esta manera, los investigadores creen que su estudio podría arrojar pruebas de cómo este tipo de escenarios protegen la diversidad de la Tierra, sobre todo cuando ocurren eventos catastróficos como el que acabó con los dinosaurios.
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