Los efectos de El Niño no se han
dejado sentir sólo en tierra, con tormentas e
inundaciones, e incluso con
incendios. También el océano ha sufrido las
consecuencias de su actividad.
Investigadores
de la Scripps Institution of Oceanography creen que las aguas
más calientes que caracterizaron el fenómeno
oceánico de El Niño resultaron en
una reducción del fitoplancton, las plantas
que son la base del ecosistema
marino. Este afecto se añadiría pues a los
múltiples que se dejaron sentir en
tierra firme, donde grandes tormentas e
inundaciones caracterizaron el período
de su existencia, entre 1997 y 1998.
La
razón de esta carencia es la falta de nutrientes de las aguas más cálidas,
lo que impide el desarrollo del fitoplancton y
por tanto de los animales que se
alimentan de ellos.
Los
científicos han utilizado imágenes en alta resolución y en color de los
océanos, tomadas desde satélites americanos y
japoneses, las cuales muestran
claramente cómo El Niño provocó el cese de la
llegada desde el fondo marino de
las aguas más frías pero al mismo tiempo
llenas de nutrientes necesarias para el
fitoplancton.
El
fitoplancton, precisamente, puede ser comparado a los pastos en tierra
firme. Su abundancia delimita la abundancia de
otros organismos, como los peces
que después serán capturados por la industria
pesquera. Por tanto, una actividad
económica tan importante se ve afectada por
procesos climáticos tan
excepcionales como El Niño o La Niña.
Sin
embargo, la distribución del fitoplancton no es uniforme. Si bien éste se
ve reducido en ciertas zonas, puede
incrementarse en otras, menos dependientes
de la llegada de nutrientes del fondo marino
debido a la presencia de
cianobacterias, capaces de fijar el gas
nitrógeno en materia orgánica.
La
información proporcionada por los satélites durante los últimos 15 años no
deja lugar a dudas: las temperaturas
superficiales del océano en algunas
regiones alcanzaron un máximo en 1998, y al
mismo tiempo un mínimo en 1999. La
radical diferencia de un año a otro es la más
dramática observada hasta ahora y
confirma la importancia de los fenómenos
oceánicos El Niño y La Niña.
Los
instrumentos utilizados para captar las imágenes son el Ocean Color and
Temperature Sensor (OCTS), el Sea-viewing Wide
Field-of-view Sensor (SeaWiFS) y
el Coastal Zone Color Scanner (CZCS). Los
investigadores utilizan relaciones
matemáticas complejas para obtener la máxima
información a partir de la
combinación de los datos que proporcionan.
Información adicional en:
http://www.agu.org/
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