La existencia biológica del Hombre está cada vez más
amenazada por el progreso tecnológico, que llega a ser un fin en sí mismo. La
aceleración de los cambios técnicos aumenta
exponencialmente, así como la expansión demográfica. La gravedad del
problema reside en que ambas se producen
en el mismo medio, el espacio terrestre. Ahora bien, éste es limitado, las
cantidades de energía que él recibe del Sol se acaban; el carbono, el oxígeno y
el hidrógeno, que permiten la vida, no son apenas susceptibles de acrecentarse.
El progreso tecnológico y las necesidades fisiológicas de los seres vivos,
entre ellos el hombre, compiten por la utilización de estos recursos... Ahí está, en opinión de muchos, el mayor problema
de la época contemporánea.
“ Existen
en la literatura miles de hermosas poesías de grandes escritores, que expresan de una forma maravillosa como es
la naturaleza.
Pero
quizá, dentro de un tiempo, no digo
dentro de diez, ni siquiera de cien años, esas poesías solo sirvan para que las
personas que las lean intenten imaginar como era; como era la naturaleza antes
de que esta sociedad consumista la destruyera.
Con
esto, no sólo quiero realizar una queja
acerca
de la actitud que las personas tenemos sobre la naturaleza,
sino
que quiero además intentar,
concienciar
a unas cuantas personas
sobre
el daño que estamos haciendo a un bien
que
para nuestra existencia es imprescindible,
ya
que sin ella
nosotros
sólo seriamos historia.
Espero
y deseo de todo corazón
que
llegue pronto el día
en
que esta sociedad de desperdicio
pase
a ser una sociedad ecológica.
De
lo contrario,
quién
sabe que pasarán a ser nuestros descendientes...”
Begoña
Hernández Rubio
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