"Aunque los mamíferos marinos son una fuente de comida potencialmente abundante para los cóndores, podrían no ser muy seguros porque contienen cantidades significativas de contaminantes que se ha visto que dañan la reproducción en otros pájaros y que, por tanto, son una amenaza potencial para la recuperación en curso de los cóndores de California", afirma Carolyn Kurle, profesora de Biología en la Universidad de California San Diego y autora del estudio que publica la revista Environmental Science and Technology.
Entre esas sustancias, Kurle destaca el plomo en una conversación con EL MUNDO: "Es muy tóxico: es el contaminante más peligroso para los cóndores. Puede matar a un pájaro rápidamente o causarle daños neurológicos permanentes, incluso si después recibe tratamiento". Este metal, comenta esta investigadora, procede principalmente de la munición que utilizan los cazadores que matan los animales de los que luego se alimentan los cóndores que, sin saberlo, también ingieren plomo. La prohibición, en mayor o menor grado, de usar este tipo de munición desde 2008 ha sido bastante respetada en California, pero "basta un pequeño número de personas que no la obedezcan para producir suficiente plomo como para dañar a estas aves", denuncia Kurle. Y ahí es donde hay que realizar los mayores esfuerzos.
La investigación, en la que también participan la Universidad Estatal de Montana y la Universidad de California Santa Cruz, ha encontrado además que los cóndores de la costa tienen entre 12 y 100 veces más concentración de mercurio en plasma, pesticidas clorados, bifenilos policlorados (PCBs) y polibromodifenil éteres (PBDEs) que los ejemplares que viven alejados del mar.
Pesticidas prohibidos en los 70
Aunque el uso del pesticida DDT se prohibió en Estados Unidos en 1972, los científicos han encontrado elevados niveles de un producto químico derivado de éste y de carácter muy persistente -conocido como DDE-, presente tanto en los cóndores de la costa como en los animales marinos. Esto es especialmente preocupante porque "la contaminación marina se considera una amenaza a más largo plazo que reduce el éxito reproductivo de los cóndores y que probablemente podrá causar daños en el futuro que todavía no podemos entender", asegura Kurle; sin embargo, advierte, "los contaminantes marinos no parecen estar matando a los cóndores como lo hace el plomo".Diferentes modelos predicen que cerca del 40 por ciento de los cóndores en edad de procrear poseen niveles de DDE iguales o superiores a los que causan un adelgazamiento de la cáscara del huevo en las águilas calvas, y el 20 por ciento tiene niveles iguales o superiores a los asociados con el fracaso de anidación en esas aves.
"Los cóndores encuentran cadáveres en dos lugares principales: restos dispersos de animales sobre el paisaje y en las playas. Desafortunadamente, las actividades humanas han contaminado ambos", dice Victoria Bakker, de la Universidad Estatal de Montana y también autora del trabajo. "Ya sabemos que la contaminación por plomo de los alimentos terrestres tiene un gran impacto sobre el crecimiento de la población de cóndores. Ahora tenemos que hacer más trabajo para entender la importancia relativa del DDE en los alimentos marinos para la recuperación de esta especie icónica", añade.
A punto de extinguirse en el pasado
Los cóndores estuvieron a punto de desaparecer en la década de los años 80 del siglo pasado, pero su población ha crecido hasta los más de 400 ejemplares actuales gracias, en gran parte, a los esfuerzos del Programa de Recuperación de Cóndores de California. Algunos de los cóndores que fueron reintroducidos en el medio salvaje en las últimas décadas como parte de los esfuerzos de recuperación complementan su dieta con cadáveres de mamíferos marinos. Dado que ésta puede ser una abundante fuente de comida y se piensa que ayudaron a prevenir la extinción de los cóndores de California al final de la última edad de hielo -hace 11.700 años-, los biólogos asumieron este tipo de dieta como una bendición para salvarlos.
A pesar de todo, no están todavía fuera de peligro: esta investigación ha demostrado que el envenenamiento por plomo a partir de la ingestión de cadáveres contaminados con este metal pesado es la principal amenaza que pone en riesgo la recuperación de estas aves, afirma el estudio.
Maros Barajas Diego paara elmundo.es
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