Una sequía pronosticada de mayo a julio amenaza con una ola de plagas en detrimento de la producción de granos básicos en Centroamérica, advirtió este lunes el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa).
El organismo hizo la alerta en un informe después de que servicios meteorológicos pronosticaron que en mayo, junio y julio, cuando inicia el ciclo agrícola, habrá promedios de lluvia por debajo de lo normal como consecuencia del fenómeno El Niño, que trae sequías a la franja del Pacífico centroamericano.
El maíz y el frijol, los granos más impactados por la sequía, son considerados indispensables en la alimentación de los centroamericanos.
“Las plagas tienen en mayor o menor grado una vinculación con la condición del clima y su pronóstico”, explicó a la AFP Estuardo Roca, coordinador de un programa del Oirsa sobre variables climáticas.
Según el organismo, la reducción en las precipitaciones “favorece el incremento de plagas” como el pulgón amarillo, el cogollero, la gallina ciega, el gusano medidor y el nochero o trazador en los cultivos de maíz y sorgo.
Debido a que el sorgo es más resistente a la sequía, los agricultores optan por cultivarlo en el primer ciclo agrícola, aunque actualmente deben lidiar con el pulgón amarillo, un insecto pequeño que es una de las plagas más dañinas.
En el cultivo de frijol, los principales riesgos de plagas son la mosca blanca y la tortuguilla.
Roca indicó que la principal recomendación para los agricultores es incrementar la vigilancia mediante la desinfección del suelo y el tratamiento de las semillas.
Los agricultores pueden ejercer una vigilancia activa con trampas y otros mecanismos a nivel individual o notificando a los servicios sanitarios para recibir asesoría especializada en el control químico.
El panorama actual de sequía y plagas es similar al período que vivió Centroamérica en 2013 y 2014, recordó Roca.
El Oirsa también alertó sobre la aparición de la langosta voladora, conocida como “la plaga de las plagas” porque “se come todo a su paso”, indicó Roca.
La langosta y el gorgojo descortezador pueden presentarse en el corredor biológico de pino y encino de las áreas fronterizas de Honduras y El Salvador, en el golfo de Fonseca, y en el norte de Nicaragua.
Entre 2013 y 2017, el gorgojo arrasó con 511.000 hectáreas de pinos en Honduras.
El Oirsa calculó que 2,3 millones de personas enfrentan el riesgo de no disponer de alimentos necesarios en el corredor seco de Centroamérica, que se extiende a lo largo del Pacífico entre Guatemala y el norte de Costa Rica.
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