Sevilla
El milano real (Milvus milvus) se extingue en el sur de España si no se ataja su declive de inmediato. Las 70 parejas que sobrevolaban hace 40 años Sierra Morena, Cazorla y la desembocadura del Odiel han pasado a ser solo tres. Únicamente Doñana sirve de refugio para 28 parejas. Pero hasta en esta protegida reserva se observan ya los indicadores de declive. Julio Blas y Fabrizio Sergio, investigadores de la Estación Biológica de Doñana (el complejo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), han dado la voz de alerta con un estudio en el que advierten que, de no establecer medidas urgentes, la desaparición de esta rapaz, que ha reducido su población en un 95%, será un hecho en 20 años.
“Si no fuera por Doñana, ya se habrían extinguido”, asegura Julio Blas, coautor del estudio que este jueves publica la revista Endangered Species Research. En ese informe, realizado a partir de la recopilación, filtrado y organización de la información acumulada en los diarios de campo de naturalistas, biólogos, guardas y fotógrafos durante casi medio siglo, se destaca además una disminución drástica de la capacidad de reproducción. De los 100 nuevos milanos que nacían en Doñana anualmente hace 40 años se ha pasado a una media de 10 en la actualidad, de los que solo tres vuelan el área protegida. “Algunos ejemplares ni siquiera realizan puestas”, alerta el investigador.
“Doñana es importante, pero no suficiente. No es impermeable y menos para especies con tanta movilidad”, advierte Blas, quien detalla las múltiples amenazas para esta especie: uso de ilegal de venenos, electrocución, disminución de poblaciones presa, transformación del hábitat, exposición a contaminantes, incremento de la competición con otras especies y aumento de la presión de la predación.
Ninguna por sí sola explica el “deterioro histórico” de esta ave accipitriforme (orden que incluye a la mayoría de las rapaces diurnas). “A lo largo de seis décadas hemos documentado una silenciosa disminución gradual de los efectivos de esta especie, una marcada contracción de su área de distribución y un deterioro de su capacidad reproductiva. Estos fenómenos a nivel regional se ven replicados en el interior del Parque Nacional de Doñana, solo que aquí, al ser un área protegida, ocurren a una velocidad mucho más lenta y se genera la falsa sensación de que todo está en orden dentro de las zonas protegidas”, explica el investigador del CSIC Fabrizio Sergio, que trabaja en la Estación Biológica de Doñana y también firma el estudio.
Por esta razón, los investigadores de Doñana reclaman una actuación urgente para la identificación, localización y corrección de las amenazas detectadas. “Es prioritario conocer el papel que tienen estos factores sobre el descenso poblacional. Es probable que existan interacciones entre estos problemas y el cambio climático y ya hemos iniciado un estudio sobre el sistema hormonal y su relación con la capacidad de respuesta a determinados aspectos ecológicos en esta especie y sus más acusados competidores”, afirma Julio Blas.
Plan de vigilancia y seguimiento
Para llevar a cabo esta labor, los dos biólogos reclaman el inicio urgente de un programa de marcaje con localizadores GPS que actúen como equipos de vigilancia remota. Estos dispositivos permitirán conocer en tiempo real dónde se produce la mortalidad, analizar su causa y corregirla. “Si conseguimos aumentar la supervivencia adulta hasta alcanzar los valores máximos registrados en la bibliografía, en solo 10 años sería posible recuperar el umbral de 70 parejas que existían en los años ochenta”, concluye Blas.
El investigador resalta la sensibilidad con el problema en la Estación Biológica, donde está prevista la firma de un convenio para llevar a cabo el plan de seguimiento, pero insiste en su urgencia porque las soluciones son complicadas. A la reducción de conejos, uno de los principales alimentos de las rapaces, se han unido las cada vez más frecuentes sequías, que limitan el número de presas o el aumento de los cultivos intensivos y del matorral, que afectan a las áreas de caza.
Son problemas que amenazan a todas las rapaces, aunque algunas han conseguido afrontar este escenario mejor que el milano real. Es el caso del milano negro, especie de la que se cuentan unas 600 parejas, o del águila calzada, de la que hay unos 300 ejemplares.
Además, la mayor vulnerabilidad del milano real a las amenazas no es únicamente un problema local. El sur de España es una zona a la que llegan temporalmente ejemplares del norte de Europa (esta especie es relevante en Francia y Alemania), que se enfrentan a los mismos peligros que los pocos ejemplares que todavía habitan en Andalucía, el 96% en Doñana. “Es una responsabilidad que tenemos”, concluye Julio Blas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario