14 de octubre de 2019

Microplásticos hasta en los mejillones

Los microplásticos son uno de los grandes problemas medioambientales del siglo XXI. De hecho, según las estimaciones de la ONU, cada minuto se arroja al mar un camión de basura lleno de residuos plásticos. Esta contaminación, que está presente en todos los lugares y océanos del planeta, también afecta a los alimentos de origen marino que llegan a nuestra mesa. De hecho, el 68% de los alimentos que proceden del mar tienen trazas de su presencia, según un reciente estudio publicado por la OCU. 
Galicia, lamentablemente, no se escapa de esa plaga de la civilización moderna que todo lo invade y un reciente estudio científico revela que hasta los mejillones de roca, al menos en la ría Vigo, presentan trazas de microplásticos en su cuerpo. sí, los investigadores del Instituto Oceanográfico Español (IOE) Pablo Reguera, Lucía Viñas y Jesús Gago han logrado medir, por primera vez, el contenido de plásticos microscópicos (MP) en mejillones ( Mytilus spp). 
Su trabajo se centró en dos áreas de la costa norte de España. Además, se realizó una comparación de los niveles de microplásticos observados en los lamelibranquios digeridos con ácido nítrico y con hidróxido de potasio. La concentración promedio de los mismos en estos bivalvos digeridos con ácido nítrico fue significativamente menor que la observada en los digeridos con hidróxido de potasio (p <0 .05="" nbsp="" p="">
La concentración media de microplásticos en mejillones del mar Cantábrico (2,55±2,80 microplásticos/ gramo de peso fresco) fue ligeramente superior a la observada los de la Ría de Vigo (1,59±1,28 microplásticos/ gramo de peso fresco). 
Tanto en la ría de Vigo como en el mar Cantábrico el patrón de contaminación que se ha observado se ajustó al esperado. En consecuencia, los mejillones han sido confirmados como organismos centinela adecuados para la contaminación microplástica. 
  
EN ALIMENTOS. El pasado año, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) indicaba que, a pesar de no existir estudios suficientes, sí es posible asegurar que la presencia de microplásticos en los productos del mar tendría consecuencias para la salud humana debido a la exposición del organismo a los aditivos y contaminantes de estos componentes. 
A pesar de la escasez de estudios sobre las consecuencias de la ingesta de estos contaminantes en la salud, sí está más que documentada la presencia de microplásticos en cientos de alimentos, de manera destacada en productos procedentes de los océanos. Un reciente informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que de 102 alimentos de origen marino ya se ha detectado presencia de microplásticos en 69. 
  

EN LA SAL DE MESA, TAMBIÉN. Entre los que tienen más trazas de este material, según la lista difundida por la OCU, figura la sal de mesa. Expertos de Greenpeace han analizado la sal marina de 21 países en seis continentes diferentes y 36 de las 39 sales contenían plástico pulverizado. 
Los pescados que llegan a nuestra mesa también aparecen en esa nómina. Una publicación en la revista Nature detalló que el 25% de los peces comercializados para consumo humano tenían trazas de plásticos microscópicos o microfibras. Los moluscos no están excluidos de ese saco y pese a que es necesario que pasen por un proceso de limpieza para el consumo humano, no se evita que hasta el 71% de esta especie contengan microplásticos, principalmente microfibras, gránulos y microfilms. 
Hay que añadir además, entre otros, los crustáceos, tanto frescos como congelados, y la miel y la cerveza. De las 24 marcas de cerveza analizadas por una investigación alemana, todas presentaban trazas de fibras plásticas, fragmentos y material granular.

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