Un reciente estudio ha liquidado la idea de que la transición energética plena no es posible en el corto plazo. De hecho, no solo se ha comprobado que es viable para 2050, sino que los expertos han constatado que sería más efectiva en costes que el sistema actual.“La transición energética ya no es una cuestión de viabilidad técnica o económica, sino de voluntad política”, sostienen los impulsores de este trabajo.
Realizado por la Universidad de Tecnología de Lappeenranta y por Energy Watch Group (EWG), el estudio ‘Global Energy System based on 100% Renewable Energy – Power Sector‘ confirma que, frente a la energía nuclear y los combustibles fósiles que hoy dominan el panorama de la generación de electricidad, un sistema basado en las energías renovables reduciría el coste nivelado de la energía eléctrica (LCOE). Así, para un 2050 marcado por las energías limpias, se situaría de media en los 52 euros por MWh. En 2015, el LCOE fue de 70 euros por MWh.
“No hay razón alguna para invertir un dolar más en la producción de energía nuclear o fósil“, asegura el presidente de EWG, Hans-Josef Fell. Con los datos que ha aportado este trabajo, este reclama además que cese todo plan de expansión del carbón, la energía nuclear, el gas y el petróleo. “Más inversiones deben ser canalizadas hacia las energías renovables y la infraestructura necesaria para el almacenamiento y las redes. Cualquier otra cosa nos conduce a costes innecesarios y a un aumento del calentamiento global”.
Frente a ese contexto, uno muy distinto se perfilaría con la transición hacia las renovables que, asegura el estudio, llevaría las emisiones el sector a cero, frente a las 11 GT CO2-eq en 2015. El impulso al empleo en el ámbito de la energía, de los 19 millones actuales hasta los 36 millones previstos en 2050, sería otra de las fortalezas de implementar una transición que tendrá al sol como protagonista.
Así será la energía del futuro.
Según las conclusiones del mismo estudio, la caída que se espera en los costes de la tecnología fotovoltaica y de las baterías de almacenamiento las situaría en el epicentro del sistema eléctrico limpio del futuro. Así, la solar fotovoltaica aportaría el 69% de la energía. A distancia le seguiría la energía eólica, con un 18% del total y, a su vez, muy por delante de la siguiente fuente energética, la energía hidráulica, con el 8%. El mix energético internacional para 2050 lo cerraría la bioenergía, con un 2% del total.
En este esquema, el almacenamiento es también esencial. En este campo, el estudio apunta a que la energía almacenada cubrirá el 31% de la demanda total para 2050. Dentro de este porcentaje, el 95% procederá solo de baterías.
El estudio, que revela además que un sistema basado al 100% en energías renovables recortaría significativamente las pérdidas de energía, se presentó durante el Global Renewable Energy Solutions Showcase. El evento se organizó con motivo de la conferencia del clima COP23 celebrada en Bonn y, con estos datos, se espera que tenga “implicaciones importantes” para responsables políticos de todo el mundo.
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