Ellas encontraron el negocio perfecto para impulsar un programa de economía circular.
Sin importar en donde te encuentres, el plástico siempre está presente. Lamentablemente, este material se ha convertido en uno de los enemigos del planeta y es nuestra responsabilidad hallar soluciones que nos ayuden a reemplazarlo y a limpiar la suciedad que ha dejado.
Una de ellas puede ser impulsar un programa de economía circular en la comunidad y con él, un cambio en nuestra manera de consumir diversos productos y servicios. Veamos.
¿Qué es la economía circular?
La propuesta de la economía circular se basa en optimizar el uso de recursos y disminuir la generación de residuos. El objetivo principal de la economía circular es que el valor de un producto se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, buscando que se cumpla un ciclo completo en el cual al final regrese al proveedor, quien dará el trato más adecuado a los residuos.
Por otra parte, la economía circular se basa en los principios de diseño de residuos y contaminación, mantenimiento de productos y materiales en uso, y regeneración de sistemas naturales.
Esto quiere decir que los productos se fabrican y diseñan pensando en que al terminar su ciclo de vida, vuelven a integrarse a la cadena para crear algo nuevo y bajo este modelo se aprovechan más los recursos y se desperdicia menos.
Bajo este modelo de negocio han surgido las tiendas a granel, que ofrecen productos libres de empaques y plástico e invitan a las personas a reutilizar sus envases de vidrios y otros recipientes para surtir shampoo, jabón y alimentos.
Desafortunadamente, este tipo de tiendas aún son muy escasas y no tienen los suficientes productos para reemplazar toda la despensa o artículos de higiene personal y de limpieza que se utilizan diariamente y que vienen empaquetados en plástico.
Cómo integrar un programa de economía circular
La marca Utility Refill and Reuse encontró un modelo de economía circular que puede incorporarse a las comunidades y motivar a que las personas poco a poco vayan reemplazando el plástico e integrando una rutina cero desperdicio.
Sus fundadoras Rebecca Rottman y Nadine Appenbrink, eran amigas antes de ser socias comerciales, y ninguna de ellas tenía mucha experiencia o interés en el comercio minorista.
Sin embargo, los desafíos actuales las fueron llevando a preguntarse cómo poder tener una vida más sostenible y despertar este mismo interés en la gente.
Así que decidieron experimentar con Utility, una marca cuyo objetivo es reducir la cantidad de plástico de un solo uso a nivel individual al permitir y alentar a los consumidores a traer sus propios contenedores al comprar productos de cuidado personal y doméstico a granel.
«Si suficientes personas pueden reducir los plásticos desechables de un solo uso a nivel de base, pueden interrumpir la industria petroquímica y ayudar a eliminar la dependencia mundial de los combustibles fósiles», mencionaron.
Actualmente, Utility trabaja como minorista y busca asociarse con empresas locales para vender sus productos a granel para el cuidado personal y del hogar, contenedores reutilizables y productos de recarga para clientes nuevos y antiguos.
¿Qué ofrece su programa de economía circular?
Los productos van desde un detergente en polvo totalmente natural hasta una pastilla de jabón para lavar platos, desde desodorante casero hasta un cepillo para pelusa hecho de madera de haya y caucho.
Estos artículos a granel de Utility son marcas con las que trabajan estrechamente; por ejemplo, una barra de jabón para platos, fabricada en el norte de Portland, es vegana y biodegradable, por lo que puede llevarla de campamento (esencial para los habitantes de Portland).
Otro proveedor, una mujer en Oregon City, formula un detergente en polvo para Utility que funciona especialmente bien con máquinas con poca agua.
El desperdicio cero es algo por lo que todos nos esforzamos, pero no es práctico ni realista para la mayoría de los humanos en el mundo moderno. «Todos estamos en un viaje», dice Appenbrink. «Y queremos ser lo más accesibles posible. La utilidad es una vía de acceso para crear conciencia sobre este estilo de vida».
Rottman y Appenbrink, también entregan personalmente productos y recargas si así se solicita; cuentan con una tienda en línea y opciones de entregas en varias tiendas asociadas en la ciuda.
Una vez, incluso vendieron artículos desde la parte trasera de su automóvil cuando una tienda de acogida no se abrió a tiempo.
«¡Queremos ser lo más conveniente posible!» bromeó Appenbrink.
Además de ofrecer estos productos, ellas organizan actividades de participación comunitaria, como la recolección de basura y capacitación sobre la separación de esta.
Somos raras, nos encanta recoger basura. Es muy terapéutico. Además de las recolecciones de basura planificadas, también estamos organizando talleres de plantación de árboles en el norte de Portland y con ello ir creando un sistema de economía circular entre productos y actividades.Rebecca Rottman.
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