Señor, porque somos débiles, porque somos frágiles,
porque débiles y frágiles nos hiciste, te pedimos
que intercedas por nosotros.
Señor, cada dia estamos más acosados, más perseguidos
por quienes debieran
ser los más agradecidos
cuando nuestra vida
está totalmente a su servicio.
Al servicio de los hombres que se dicen civilizados
y sin embargo son nuestros más encarnizados enemigos.
Y para que veas que es cierto
lo que te decimos,
echa una ojeada sobre
los confortables y elegantes pisos
que por doquier levantan cada día
y verás que ninguno de esos edificios
reserva un mísero espacio, una rinconada donde
podamos guarecernos, descansar seguros, hacer nuestros nidos.
Vivir, en suma, como quiere vivir cada
hijo de vecino,
soin tener que ir en busca de casas abandonadas
o tugurios medio derruidos,
expuestos a sustos y sobresaltos
de cualquier mocoso o desalmado enfurecido.
Somos un grupo de gorriones, aviones y golondrinas
los que suplicamos te lo pedimos.
¡Cómo añoramos aquellas viejas casas de aquellos tranquilos pueblos.
en cuyos tejados o cabe algún ventanuco encontrábamos cobijo
y podíamos vivir en paz y gozo permanente!.
De aquellas buenas gentes, éramos amigos,
que eran nobles, sencillos, creyentes y trabajadoras.
Esto de ahora.... ¡es tan distinto!
Señor ayúdanos.
que llevamos camino de extinguirnos
al igual que otras especies -hermanas nuestras-
condenadas a morir a tiro limpio.
Somos débiles, somo frágiles Tú bien sabes que somos útiles
a la Naturaleza a la Humanidad... Amén.
(Nosotros, los pajarillos).
Mariano Sedano
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