Impacto medioambiental de las bolsas de plástico
Ya hemos explicado que el impacto medioambiental de las bolsas de plástico es enorme, no obstante, ¿sabes por qué? Principalmente, esto se debe a que están compuestas mayoritariamente de polietileno y policlorulos, derivados del petróleo a los que posteriormente se les agregan plastificantes, colorantes y otros compuestos de difícil descomposición. Si tenemos en cuenta que estos elementos tardan mucho en degradarse y que muchas veces son desechadas sin ningún control, el resultado es que se acumulan en el medio ambiente o en el mar causando problemas realmente preocupantes.
En los últimos años se han aplicado leyes y medidas con el objetivo de paliar esta problemática. No obstante, para frenar la situación de una forma definitiva no vale con solo reducir su uso, sino que lo más recomendable es su total eliminación y remplazo por opciones más sostenibles. A continuación, te vamos a explicar cuáles pueden ser las alternativas para sustituir las bolsas de plástico.
Bolsas biodegradables
Son bolsas fabricadas a partir de una mezcla de materiales orgánicos, como por ejemplo almidón de maíz o patata y fibras sintéticas degradables o fibras de petróleo. Se degradan completamente al cabo de unos 18 meses sin opción de causar ningún tipo de problema ambiental o contaminante. Algunas empresas ven en ellas una de las mejores alternativas del mercado, sin embargo, existen estudios que ponen en duda su valor ecológico y que afirman que las fibras sintéticas no se degradan totalmente sino que se descomponen en microplásticos que, aunque a primera vista parezcan menos dañinos para el medio ambiente, tienen la capacidad de introducirse en la cadena trófica, causando problemas como la bioacumulación de metales pesados.
Así pues, aunque representa una alternativa mejor en comparación con las bolsas de plástico, tampoco es una solución perfecta ni definitiva.
Bolsas reutilizables de tela
Las bolsas de tela están fabricadas generalmente de algodón por lo que se degradan en periodos de tiempo comprendidos entre los 1 y 5 meses, siempre y cuando no presenten estampados con tintas que contengan plomo u otros metales pesados. Para evitar este error, o incluso la duda existen bolsas orgánicas hechas a partir de algodón 100% ecológico procedentes de plantaciones en las que no se utilizan ni pesticidas ni sustancias químicas, por lo que su uso es muy aconsejable. Además, muchas de estas bolsas se pueden encontrar en tiendas de comercio justo.
Las bolsas de tela reutilizables garantizan una mayor durabilidad que las de plástico, pudiéndose utilizar en repetidas ocasiones. Además, aguantan más peso y tienen mayor capacidad. Así pues, viendo que tienen muchas más ventajas que las bolsas de plástico, resulta incomprensible como no se han implantado como medida definitiva.
En este apartado también podemos incluir el uso de mochilas, cestas de mimbre o los bien conocidos carritos de la compra, que además de promover un consumo sostenible presentan la ventaja de facilitar el transporte sin tener que cargar con el peso de nuestra compra.
A continuación, te mostramos una entrevista que le hicimos a Mónica García de Verdonce, sustainable bags, en la que nos respondió a algunas dudas relacionadas con el Zero Waste y las bolsas ecológicas.
1. ¿Por qué decidiste abrir un negocio como este?
Realmente no abrimos un negocio por una decisión, sino más bien por la necesidad de reducir la cantidad de residuos que generábamos a diario en casa. Analizamos lo que había en nuestro cubo de basura a diario y vimos que uno de los mayores focos de desperdicio eran las bolsas o envases de plástico de un solo uso que acumulábamos al hacer la compra de alimentos. Así que decidimos comenzar a utilizar bolsas de tela reutilizables para comprar a granel y evitar el uso de plástico, principalmente, de un solo uso. Como no encontramos ninguna bolsa de tela de fibras naturales, como el yute o algodón y lino, con las características que queríamos confeccionamos nuestras propias bolsas para nuestro uso. Fue entonces, cuando la gente en las tiendas al verlas empezó a preguntarnos que donde las habíamos comprado cuando realmente nos planteamos abrir Verdonce con el objetivo de ayudar a otras personas que, como nosotros, buscaban productos que les ayudasen a llevar una vida más sostenible.
2. ¿Consideras que actualmente la población está concienciada del problema global de la contaminación? ¿Y de la necesidad de cambiar el estilo de vida para evitar empeorarlo?
Creo que en el último año, gracias a la información compartida por expertos en medios de comunicación masivos, personajes tan relevantes como Greta Thunberg y eventos como la Cumbre Climática en Madrid han ayudado a que la sociedad empiece a ser consciente del gran problema que tenemos con la contaminación del planeta. Y esto, consecuentemente, ha hecho que poco a poco más personas se interesen por llevar un estilo de vida más responsable con el medio ambiente.
3. ¿Cómo podemos saber realmente si lo que nos ofrecen en los comercios es una bolsa 100% biodegradable? Si son bolsas de tela o un material similar es fácil saberlo, pero cuando se trata de bolsas biodegradables, a veces, no lo es tanto. ¿Hay algún tipo de sello o alguna forma de saberlo?
Es cierto que a simple vista puede resultarnos difícil saber si una bolsa es realmente biodegradable o no ya que son muy similares, pero generalmente las bolsas biodegradables suelen ser más ásperas al tacto, rugosas y huelen. De todas formas, "biodegradable" es un término que no tiene una definición oficial o requisitos, a menudo puede engañar a los consumidores. Por otro lado, el término compostable significa que los productos son capaces de completar la biodegradación del compost y deben cumplir con los estándares específicos de descomposición para recibir una certificación de compostabilidad que cumpla la Norma Europea 13432.
En cualquier caso, uno de los inconvenientes de las bolsas biodegradables es que son de un solo uso por su composición frágil y esto no permite que sean reutilizables que es uno de los pilares básicos para una vida Zero Waste o cero residuos.
4. Aparte de las bolsas plásticas, ¿qué otros objetos cotidianos que suelen ser de plástico (o un material similar) consideras que podemos sustituir fácilmente?
Muchos más de los que nos podemos imaginar en un principio. Por ejemplo, los cepillos de dientes de plástico por los de bambú, las esponjas o manoplas de baño sintéticas por las de fibras naturales, botellas de plástico para el agua u otras bebidas por botellas de cristal o de acero inoxidable, los botes de plástico de geles de baño y champús por pastilla de jabón sólido que se guardan en saquitos de yute, las pajitas de plástico por las de acero o bambú también, etc.
5. ¿Puedes darnos más consejos o claves para una vida Zero Waste?
Yo siempre recomiendo seguir las 5 Rs de la filosofía Zero Waste de Bea Johnson por orden, es decir:
- Rechazar, lo que no necesito.
- Reducir: Lo que necesitamos y no podemos rechazar.
- Reusar: Lo que consumimos y no podemos ni rechazar ni reducir.
- Reciclar: Lo que no podemos ni rechazar, ni reducir ni reusar.
- Recompostar: Compostar el resto.
En la segunda imagen de aquí abajo, podéis ver algunas de las bolsas y saquitos de Verdonce. Además, os recomendamos la lectura de este otro post de EcologíaVerde en el que explicamos Qué es el Zero Waste y cómo serlo.
Compra a granel
La compra a granel permite que el propio consumidor pueda utilizar sus propios envases o recipientes sin necesidad de adquirir ningún tipo de bolsa en la tienda. Este tipo de comercios no solo permite reducir el consumo de bolsas de plástico de cara los clientes, sino que además reduce el consume de plástico global en el envasado y embalaje de los productos.
Por otro lado, las tiendas de productos a granel evitan que se malgaste comida, puesto que la persona puede comprar las cantidad que necesita en cada momento sin verse obligo a comprar en exceso. Si quieres saber más sobre este tipo de establecimientos, en el siguiente artículo de EcologíaVerde te hablamos sobre el supermercado sin envases.
Alternativas para reducir las bolsas plásticas
La ciencia también colabora día a día con la búsqueda de nuevos materiales y alternativas que permitan el fin del uso de bolsas de plástico. De este modo, un gran número de científicos se suma a la investigación y creación de nuevos productos como, por ejemplo, las bolsas biosolubles. Consiste en bolsas cuya fórmula química ha sido modificada, de modo que son capaces de deshacerse y diluirse en el agua sin causar perjuicio ni en el medioambiente ni en el líquido en el que se disuelve.
Por otro lado, existen investigaciones que van más allá del descubrimiento de alternativas y materiales que sustituyan el plástico y se centran en su eliminación. Podemos destacar uno de los últimos hallazgos, en el que se ha descubierto la capacidad de una oruga, conocida como “el gusano de cera” de biodegradar el polietileno, de un modo relativamente rápido en comparación con otras bacterias.
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