El Gobierno español aprobó hace unos días la puesta en marcha de «España Circular 2030», la Estrategia Española de Economía Circular cuyo principal objetivo es minimizar la generación de residuos y mejorar el aprovechamiento de los existentes. Y este reto, además, lo enfoca en seis factores clave entre los que se encuentra el del textil y la confección. Pero, ¿qué significa exactamente esto de la economía circular? ¿Y cómo se traduce al ámbito de la moda?
1. Tener en cuenta los recursos se utilizan para fabricar la prenda
Cuando hablamos de economía circular nos referimos, para explicarlo llanamente, a aquellos productos que han sido creados teniendo en cuenta el consumo y uso de recursos naturales, principalmente no renovables, que han sido necesarios para hacerlos realidad e intentar minimizarlos al máximo.
Si lo aplicamos a la industria textil ejemplos típicos serían el de trabajar con patronaje zero waste,aprovechando al máximo la pieza de ropa para que no exista merma y que además esta merma sea utilizada en el propio diseño; trabajar con materias primas procedentes de fuentes renovablesy que además usen pocos recursos para obtenerlas; o trabajar con materias primas ya existentes en el mercado pero también teniendo en cuenta el uso de recursos naturales no renovables necesarios para transformar esa materia prima en nuestro nuevo producto.
Make/Use es un sistema de patronaje que permite crear prendas versátiles y que no generan desperdicios textiles. En su web se puede acceder directamente a los patrones para descargarlos.
SylviaCalvoBCN es una diseñadora que crea sus colecciones a partir de sacos de café en desuso y que tiene muy presentes los principios de la economía circular.
Ecoalf es una marca de moda española que transforma, entre otros, el plástico que los pescadores extraen del mar en prendas de diseño.
El kapok es una celulosa natural que se extrae del ceiba, y que actualmente está considerada la fibra más sostenible del mercado. La descubrimos de la mano de Hilaturas Arnau y gracias a Fashion United hemos aprendido mucho más acerca de ella +info.
2. Tener en cuenta los recursos que se utilizan hasta que la prenda llega a su fin
Pero además, la economía circular también pide que una vez el producto sale del taller o fábrica se sigan teniendo en cuenta todos estos elementos; es decir, que esta perspectiva de reducción y optimización de recursos también se extrapole al transporte, promoción, distribución, uso y fin del vida del producto.
Ejemplos interesantes en este sentido serían productos cuyo packaging minimiza al máximo el espacio y el peso en el transporte, que han sido pensados para tener una larga durabilidad o que incluso cuentan con un servicio posventa de reparación del producto o recuperación.
Sepiia es una firma especializada en camisas hechas 100% con poliéster, algo que podría parecer una aberración cuando hablamos de sostenibilidad pero no lo es cuando vemos que gracias a ello no necesitan plancharse, se lavan menos porque son antimanchas duran un montón y son más fáciles de reciclar al ser monomaterial.
NudiJeans es un clásico de la economía circula puesto que además de fabricar con algodón orgánico y en gran parte reciclado, es uno de los pioneros en ofrecer un servicio gratuito de reparación de sus prendas para hacerlas durar el máximo posible.
3. Basar todas las suposiciones en el Análisis del Ciclo de Vida
Pero para que esta economía circular sea real y no sólo un cúmulo de buenas intenciones, es importantísimo analizar el ciclo de vida del producto que lo que hace es, precisamente, calcular todos los impactos ambientales que los recursos naturales, emisiones, residuos y subproductos tienen en cada uno de los procesos (desde la obtención de la materia prima hasta el fin de vida del producto) para sustentar en cifras y no sólo en suposiciones que nuestro modelo de trabajo es el más sostenible posible. Un ejemplo interesante en este sentido –no relacionado con la moda- es el de las cajas de fruta de plástico en relación a las de madera o cartón. ¿Cuáles de las tres son más sostenibles? Pues como siempre dice el Director de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático ESCI-UPF, Pere Fullana : «Depende». Del uso, de dónde se tenga que llevar, de cómo se tiene que recuperar, etc.
Ciclo de vida renovable vs no renovable. Infografía Fuente: Ellen McArthur Foundation
4. La economía restaurativa como guinda final
Pero es que esto no es todo, y es que la economía circular, para ser realmente circular, debería procurar que una vez el producto llega al final de su vida; es decir, que esté tan hecho polvo que ya de, ninguna de las maneras pueda usarse, no solo no genere residuo, consiguiendo ser un producto cradle to cradle, si no que su desecho permita mejorar nuestro planeta o lo que técnicamente se llama genere una economía regenerativa o restaurativa.
Si quieres saber más
Si te interesa este tema te recomendamos mucho la Ellen MacArthur Foundation, una fundación británica que nació en el año 2010 con el objetivo de “acelerar la transición a la economía circular”. Su web está repleta de recursos. Imprescindible el podcast al que hacíamos referencia hace unos días en el recurso podcast de moda sostenible, así como esta playlist sobre moda y economía circular. Aquí el primero de los 14 videos indexados.
También muy inspirador el informe A new textiles economy: Redesigning fashion’s future que elaboraron en 2017.
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