Las áreas deglaciadas de las zonas polares han dado paso a un nuevo ecosistema que se está desarrollando rápidamente en forma de cubiertas criptogámicas, estructuras formadas por líquenes, algas o musgos que avanzan de forma diferente según el tipo de cubierta existente en cada suelo, según se señala en el estudio.
Estas cubiertas “fomentan el desarrollo del suelo, provocan que sean más ricos y tengan mayor diversidad bacteriana, además de aumentar su potencial enzimático y sus tasas de funcionamiento” señala la investigadora del MNCN-CSIC Asunción de los Ríos, una de las autoras del estudio que ha sido publicado como artículo en la revista ‘Science of the Total Environment’.
Cubiertas criptogámicas
Las cubiertas criptogámicas, que además de líquenes y musgos pueden contener microorganismos como bacterias, cianobacterias, algas y hongos, son las primeras estructuras en desarrollarse tras el deshielo, y posteriormente dan lugar al desarrollo de ecosistemas más complejos.
“La extensión de las áreas deglaciadas por el efecto del cambio climático está aumentando en muchas zonas del planeta, de ahí que necesitamos conocer las dinámicas de colonización de estas áreas y el papel que juegan las cubiertas criptogámicas en la sucesión biológica que sigue al retroceso de los glaciares”, ha concluido de los Ríos.
Además del MNCN y del CFE, el estudio ha sido llevado a cabo por el Instituto de Ecología del Paisaje de la Universidad de Münster, en Alemania, y por el Instituto de Historia Natural de Islandia. EFEverde.
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