La neutralidad climática es un concepto esgrimido por muchos como uno de los objetivos que nos van a permitir zafarnos de la crisis climática que tenemos en ciernes. Combina la contabilidad de la huella de carbono con la reducción de emisiones y la compensación de las que no pueden ser evitadas, todo con el fin de eliminar su impacto sobre el clima.
Entendemos por neutralidad climática la consecución de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) netas iguales a cero equilibrando la cantidad de GEI liberados a la atmósfera con una cantidad equivalente retirada de la atmósfera o fijada por vegetación o adquiriendo créditos de carbono.
También es frecuente hablar de neutralidad de carbono, o neutro en carbono, en el contexto de procesos asociados con la emisión de CO2, como transporte o producción de energía empleando combustibles fósiles (carbón, petróleo o gas natural).
Aunque el CO2 es el más abundante, otros GEI regulados por el Protocolo de Kioto son el metano (CH4), óxido de nitrógeno (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), fluorocarburos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).
La neutralidad climática es el proceso de medir, reducir y compensar las emisiones GEI
Como es habitual, es más fácil comprender las repercusiones del concepto si revisamos como ha sido interpretado en algún caso siginificativo.
En esta ocasión vamos revisar la visión estratégica de la Unión Europea (UE) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que muestra cómo Europa pretende liderar el camino hacia la neutralidad climática con una economía con cero emisiones de GEI.
Esta visión europea se basa en una acción conjunta sobre un grupo de 7 elementos estratégicos. Veamos cuáles son:
1. Eficiencia energética
La mejora de la eficiencia energética puede ayudar a reducir el consumo de energía de la UE a la mitad en comparación con 2005 y, por lo tanto, desempeñará un papel crucial para alcanzar cero emisiones en 2050.
Ya se han logrado avances considerables, dado que el consumo de energía primaria de la UE alcanzó su punto máximo en 2006, y los Estados miembros de la UE acordaron recientemente un nuevo objetivo vinculante de eficiencia energética del 32,5% para 2030.
Sin embargo, las reducciones significativas en la demanda total de energía provendrán del uso de energía en los edificios.
Actualmente los edificios residenciales y de servicios representan el 40% del consumo de energía de la UE.
2. Despliegue de renovables
La transición a la energía limpia debería dar lugar a un sistema en el que la mayor parte del suministro de energía primaria de la UE provenga de fuentes de energía renovables, lo que permitiría mejorar la seguridad del suministro, fomentar el empleo nacional y reducir las emisiones.
La UE ha acordado recientemente un nuevo objetivo de energías renovables del 32% para 2030
Actualmente la dependencia de las importaciones de energía de Europa es de alrededor del 55% y se prevé que caiga a un 20% de aquí a 2050 con la transformación hacia una economía climáticamente neutra.
El gasto actual en importaciones de combustibles fósiles de 266.000 millones de euros disminuirá, lo que a su vez mejorará el comercio y la posición geopolítica de la UE.
En algunos casos, el gasto en importaciones podría caer en un 70% y podría generar ahorros de entre 2 y 3 billones de euros desde 2031 hasta 2050.
3. Movilidad limpia, segura y conectada
Dado que el transporte representa un 25% de las emisiones de GEI de la UE, todos los modos de transporte deben contribuir a reducir las emisiones del sistema de movilidad y ayudar a obtener los beneficios de un aire limpio, menos ruido y tráfico sin accidentes.
El punto de partida son los vehículos de bajas emisiones o de cero emisiones con sistemas de propulsión alternativos ecoeficientes, y la industria de la automoción ya realiza grandes inversiones en tecnologías como los vehículos eléctricos.
El ferrocarril sigue siendo la solución más ecoeficiente para transportar carga a media y larga distancia y, por lo tanto, debería ser más competitivo
Las tecnologías basadas en hidrógeno son una alternativa libre de carbono para los vehículos pesados y los autocares.
La aviación podría cambiar a biocombustibles y electrocombustibles climáticamente neutros, y los vehículos pesados y de carga también podrían utilizar hidrógeno y biogás, siempre que permanezcan libres de carbonoen toda la cadena de producción.
Hacer que la movilidad sea más limpia también requiere una organización eficiente de un sistema de movilidad basado en la digitalización, el intercambio de datos y los estándares interoperables.
Esto permitirá la gestión inteligente del tráfico y la movilidad automatizada en todos los modos, lo que reduciría la congestión y aumentaría las tasas de ocupación.
4. Industria competitiva y economía circular
Mantener la competitividad de la industria europea va de la mano del uso eficaz y eficiente de los recursos y del desarrollo de una economía circular.
Con las prácticas circulares en aumento, la producción de muchos productos industriales, como el acero, el vidrio y los plásticos, será más eficiente en el uso de los recursos, y la intensidad de emisiones será menor a medida que las necesidades de energía disminuyan aún más.
Esto mejorará la competitividad de la industria y proporcionará oportunidades de negocio y empleos
Los nuevos materiales y las formas de utilizar los materiales existentes también desempeñarán un papel importante. Esto puede ir desde redescubrir los usos tradicionales, como la madera en la construcción, hasta los nuevos materiales compuestos que pueden reemplazar a materiales que consumen mucha energía.
La demanda de productos también dependerá de las elecciones de los consumidores impulsadas por las transformaciones en curso, como la digitalización o la mayor demanda de productos o servicios ecointeligentes.
La información sobre las distintas huellas de productos y servicios debe ser más transparente para que los consumidores puedan tomar decisiones responsables.
5. Infraestructura e interconexiones
Es necesaria una infraestructura inteligente y adecuada que garantice la interconexión y la integración sectorial en toda Europa. Una mayor cooperación transfronteriza y regional nos permitirá obtener mayores beneficios.
Un área de enfoque debe ser la finalización de las redes transeuropeas de transporte y energía. Se necesitan las infraestructuras suficientes para respaldar el desarrollo de un sistema más moderno y permitir la digitalización y una mayor integración de los sectores relevantes.
La transformación del sector del transporte en Europa requerirá un desarrollo acelerado de la infraestructuray mayores sinergias entre los sistemas de transporte y energía, como estaciones de carga y recarga de combustible ecointeligentes que permitan servicios transfronterizos.
La modernización de la infraestructura existente puede garantizar un uso continuo, mientras que la sustitución de la infraestructura antigua puede ser compatible con los objetivos de descarbonización.
6. Bioeconomía y sumideros naturales de carbono
A la vez que se enfrentan a los efectos del cambio climático en los ecosistemas y en el uso global de la tierra, los sectores agrario y forestal de la UE deberán proporcionar a la economía alimentos, piensos y fibra producidos de forma sostenible, a la vez que preservan la biodiversidad.
La biomasa puede sustituir a los materiales intensivos en carbono y suministrar calor directamente. Se puede transformar en biocombustibles que se pueden transportar a través de la red de gas como sustituto del gas natural.
Si se utiliza la biomasa para generar energía, puede aplicarse tecnología para capturar y almacenar las emisiones de carbono a fin de crear emisiones negativas.
El aumento de la producción de biomasa debe provenir de una combinación de fuentes sostenibles para garantizar que la capacidad de absorción de CO2 por los bosques de la UE y otros servicios ecosistémicosno disminuyan.
También surgirán nuevas oportunidades de negocio para agricultores y silvicultores, y además, la nueva demanda de biomasa puede diversificar la agricultura.
7. Abordar las emisiones restantes con la captura y almacenamiento de carbono
La captura y almacenamiento de carbono (CAC) se consideraba inicialmente una importante opción de descarbonización para la producción de electricidad.
Hoy en día la necesidad potencial de utilizarla parece menor, debido a la baja aceptación social de la CAC y a la caída en los costes de las energías renovables y de otras opciones para reducir las emisiones en los sectores industriales.
No obstante, la CAC sigue siendo necesaria como una posible vía para producir hidrógeno, como un mecanismo para eliminar ciertas emisiones de la industria que son difíciles de reducir y, combinada con biomasa sostenible, para crear tecnologías de eliminación del CO2.
Se necesitan más esfuerzos de investigación, innovación y demostración para asegurar el éxito de su despliegue.
La CAC requiere una nueva infraestructura y, para que pueda alcanzar todo su potencial, es necesaria una acción coordinada que garantice la construcción de instalaciones comerciales y de demostración dentro de la UE, al mismo tiempo que se abordan las preocupaciones del público en algunos Estados miembros.
Después de repasarlos, opinamos que estos 7 bloques de construcción estratégicos pueden ponernos en el camino de hacer realidad esta visión de ser climáticamente neutros, lo que requerirá, sin duda, grandes esfuerzos en investigación e innovación, en inversión, en regulación y en cohesión social.