Sara Acosta.- EFEverde.- En las costas de El Salvador al menos cuatro especies de tortugas marinas, dos de ellas en peligro crítico de extinción, sueltan sus huevos y son protegidos por los pobladores de las zonas junto a ONG ambientalistas.
En la zona costera de La Libertad (centro), específicamente en la playa San Diego, la Fundación Zoológica de El Salvador (Funzel) junto a la Asociación para la Conservación de la Tortuga Marina San Diego Bocana (Acotomsad) se encargan de la conservación de las especies que se acercan a este lugar para desovar.
De acuerdo con Funzel, la especie golfina es la que más visita las costas salvadoreñas y el 70 % de la tortuga carey del océano pacífico oriental anida en las costas de este país centroamericano.
Además de la golfina y la carey, las especies prieta y baule también anidan en estas costas.
Las tortugas carey y baule “se encuentran en un peligro critico de extensión y esto ocasiona un desequilibrio costero marino de una gran importancia”, explicó a Efe el biólogo Mauricio Velázquez.
La labor de las organizaciones
Semanalmente se liberan cientos de tortugas en diferentes playas de El Salvador, pero debido a las complicaciones generadas por la pandemia de la covid-19 en 2020 en la playa de San Diego solo se hicieron dos liberaciones, comentó Velázquez.
A las liberaciones se convocan a las personas interesadas en contribuir a la causa de la conservación y a quienes se les imparte una charla para concienciarlos sobre la importancia de las tortugas marinas para el ecosistema.
Capacitar a los “tortugueros”
Funzel también, según lo dijo el experto, se encarga de capacitar a los llamados tortugueros, pobladores locales que se encargan de monitorear la llegada de las tortugas, para la protección de las especies.
Velázquez señaló que el período de incubación de las tortugas golfinas es de 45 días y se liberan tan solo unas pocos horas después de nacer.
“Estas tortugas pueden regresar en unos 12 a 15 años a la playa”, dijo.
En las dos liberaciones que se han realizado en este año, la última el pasado fin de semana, al menos 80.000 tortugas ya se encuentran en el agua y buscan sobrevivir ante las amenazas a las que se enfrentan en el océano.
La principal amenaza
El biólogo comentó que “la principal amenaza (a las que se enfrentan), como en todas las especies de vida silvestre, es el hombre”.
Durante años en El Salvador muchas personas se dedicaron al comercio de productos derivados de la tortuga marina, entre ellos sus huevos que tenían alta demanda en bares y restaurantes.
Sin embargo, en el 2009 se decretó en el país un veda total y permanente que prohíbe el consumo y el comercio de los productos derivados de las tortugas, indicó Velázquez.
A la amenaza de la comercialización, se suma la contaminación por la mala disposición de productos desechables y los efectos del cambio climático.
“Un llamado a la conciencia de las personas que hagan una buena disposición final de todos los productos desechables, principalmente las mascarillas”, expresó el experto.
Protección para evitar el comercio
No obstante, salvador Vargas, un habitante de San Diego que se dedica cuidar el vivero de huevos de tortuga en la zona, dijo a Efe que lamentablemente “el comercio de huevos siempre existe”, a pesar de la prohibición.
Vargas explicó que aproximadamente cada tortuga llega a poner entre 40 a 140 huevos, con un 95 % de probabilidad que nazcan e indicó que la temperatura idónea para la incubación oscila entre 29 y 30 grados celsius o centígrados.
“(La temperatura) no tiene que estar muy alta ni muy baja. Si se tiene muy baja se retrasan los nidos y si está muy caliente hay probabilidades que nazcan más hembras que varones”, agregó. EFEverde
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