27 de agosto de 2019

Greenpeace insta a los gobernantes del G7 una acción urgente frente a la crisis climática

Greenpeace insta a los gobernantes del G7 una acción urgente frente a la crisis climáticaFoto de Victor Moriyama, de uso editorial cedida por Greenpeace Brasil, de incendios en Pará. EFE
Greenpeace ha hecho un llamamiento a los gobernantes reunidos este fin de semana en la cumbre del G7 en Biarritz (Francia) a adoptar acciones urgentes frente a la crisis climática y los incendios de la Amazonía y Siberia y demostrar al mundo que adoptan medidas para paliar los problemas ambientales.
“Esta es una emergencia climática que exige una acción urgente a la altura de los retos a los que nos enfrentamos”, ha señalado la directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan.

“Ocultar los fracasos” frente a los incendios de la Amazonía y Siberia

greenpeace
Foto de Victor Moriyama, de uso editorial cedida por Greenpeace Brasil, de incendios en Novo Progresso, en el estado de Para. EFE/EPA/Victor Moriyama/Greenpeace Brazil
Brasil tiene la “responsabilidad ante el mundo de proteger los pulmones de la Tierra”, pero los líderes del G7 no deben usar los incendios del Amazonas como una “cortina de humo para ocultar sus propios fracasos”, ha sostenido Morgan.
Según un comunicado de la organización, Morgan ha instado a los líderes reunidos en Francia, demostrar al mundo que están actuando “frente a la crisis climática y adoptar soluciones clave” de forma inmediata.
A la vez que arden enormes extensiones de bosques en la Amazonía y Siberia, el reciente informe sobre los usos del suelo del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU, ha puesto de manifiesto “la necesidad de proteger y restaurar los bosques, así como efectuar cambios radicales en el sistema alimentario mundial”. 
Para 2050, el consumo de carne y lácteos debe reducirse en un 50 % a nivel mundial y “los países ricos -como los del G7- debería reducirlo aún más”, según la organización.
Morgan ha aseverado que los líderes del G7 “tienen el deber de actuar con todo lo que esté a su alcance para poner fin al uso de combustibles fósiles, proteger los bosques y liderar el cambio del modelo agrícola”.
Esta cumbre es el momento para comprometerse a ello. “Los bosques y nuestras esperanzas se están quedando sin tiempo y los lamentos por los incendios y las ofertas de ayuda están bien, pero son, lamentablemente insuficientes”, según la directora. 

España y el acuerdo del Mercosur

greenpeace
Foto de Victor Moriyama, de uso editorial cedida por Greenpeace Brasil, de incendios en Novo Progresso, en el estado de Para. EFE/EPA/Victor Moriyama/Greenpeace Brazil
Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace España, ha asegurado que el presidente español en funciones Pedro Sánchez ha mostrado su preocupación y ofrecido ayuda a los países afectados por los fuegos en la Amazonía.
Sin embargo, desde Greenpeace “estamos esperando” que se una a otros líderes europeos y reconozca también que el contenido del acuerdo UE-Mercosur “pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París, el Convenio de Diversidad Biológica y los convenios internacionales que protegen los derechos de los Pueblos Indígenas”.
El cambio climático seguirá empeorando los incendios, como los que se han producido en España. “El problema debe ser tratado de manera global y urgente”, según Soto.

Responsabilidad y acciones concretas

El Director Ejecutivo de Greenpeace Francia, Jean-François Julliard, ha añadido, una vez más el presidente Emmanuel Macron “está haciendo declaraciones audaces que aún no se han traducido en acciones y decisiones políticas”.
Según Julliard, Francia y otros países desarrollados “son responsables de la grave situación de la Amazonía, a través de sus economías y su contribución a la deforestación, generada por políticas pública mal diseñadas en sectores como la agricultura, la madera y las bioenergías”. EFEverede

Hallan altas concentraciones de plomo en la fauna silvestre de la Amazonia

En los países y regiones industrializados del mundo se encuentran las concentraciones más elevadas de plomo, el metal neurotóxico acumulativo más extendido del mundo. En la Amazonía, el bosque húmedo tropical más extenso y con mayor diversidad biológica y cultural del mundo, se presumía que existía una baja presencia de contaminantes urbanos o industriales debido a su aislamiento y bajo impacto humano.
Un equipo de investigadores del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals y del Departament de Sanitat i Anatomia Animals de la Universitat Autònoma de Barcelona y de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC) ha evaluado por primera vez las concentraciones de plomo y su firma isotópica en fauna silvestre en áreas remotas de la Amazonia peruana.
Para ello, colectaron muestras de hígado de 315 animales silvestres de 18 especies diferentes, cazada para el autoconsumo de los pueblos indígenas locales (Quechua, Achuar y Yagua). Las áreas de estudio se encuentran muy aisladas y su accesibilidad requiere una expedición en barco de entre cuatro y cinco días a lo largo de los ríos locales. Algunas de estas áreas se encuentran en la segunda concesión petrolera más productiva del país, operada desde los años 70.
Los resultados, publicados en la revista Nature Sustainability, confirman el hallazgo de elevadas concentraciones de plomo en los hígados de aves y mamíferos amazónicos, animales que son diariamente consumidos por la población indígena local. Los niveles de plomo observados son mayores que los de animales salvajes en países industrializados. La presencia de concentraciones inesperadamente elevadas de plomo en la fauna silvestre amazónica supone un riesgo para la salud de la población indígena local, la cual depende de la caza para su subsistencia.
Por encima de los límites permitidos
La mitad de las muestras analizadas se encontraba por encima de los 0,5 miligramos por kilo que la regulación europea considera como límite para el consumo humano de vísceras animales, y un 91 % por encima de los 0,1 miligramos por kilo que se consideran aptos para el consumo de carne en general. Se trata de un riesgo muy elevado para la población, teniendo en cuenta que casi una treintena de las muestras analizadas contenía concentraciones de plomo mucho más altas.
Los investigadores también han demostrado que las principales fuentes de plomo son el uso extendido de la munición de plomo, así como la contaminación relacionada con la extracción de petróleo. De hecho, la contaminación por munición de plomo puede ser un problema subestimado a escala continental en América del Sur.
Estos resultados sugieren que el plomo ha entrado en la cadena trófica en áreas de la Amazonia donde la población humana depende de la caza de subsistencia, y es probable que este no sea un problema circunscrito al área de estudio, sino generalizable para las poblaciones indígenas mundiales que utilizan munición de plomo.
Además, el hecho de haber encontrado plomo relacionado con la actividad hidrocarburífera en la fauna silvestre sugiere que otros componentes petrogénicos tóxicos pueden haber entrado también en la cadena trófica. En el norte de la Amazonia peruana, la extracción petrolera ha generado un importante impacto ambiental debido a los vertidos operacionales de residuos ricos en plomo en el ambiente.
Debido a la dependencia de la caza de subsistencia de los pueblos indígenas del planeta, al uso extendido de la munición de plomo, así como al avance de las actividades de extracción petrolera en los bosques húmedos tropicales (el 30 % de los bosques tropicales se superpone a reservas de petróleo y gas), este estudio pone al descubierto un importante riesgo para la conservación de la fauna silvestre, así como para la salud de las comunidades locales que dependen de ella como fuente de proteína.
El trabajo muestra también cómo el impacto humano es palpable en áreas naturales remotas del planeta. Los hallazgos observados en este estudio podrían extenderse al resto de la Amazonia y de los bosques tropicales, ilustrando un impacto humano más allá de lo previsto inicialmente, con la expansión de la contaminación antropogénica desde los centros industrializados hasta las áreas más remotas del planeta.
Referencia bibliográfica:
Cartró-Sabaté, M., Mayor, P., Orta-Martínez, M., Rosell-Melé, A. "Anthropogenic lead in Amazonian wildlife". Nature Sustainability. 2019. doi.org/10.1038/s41893-019-0338-7

Bosques son “fundamentales” para frenar la crisis climática, dicen expertos

Bosques son Archivo. Foto @arturolarena para @efeverde. 
Sao Paulo (EFEverde).- Expertos globales han coincidido este jueves en afirmar que el mundo no necesita "elegir entre bosques o alimentos" y han abogado por la restauración de los ecosistemas tropicales, algo "fundamental" para cumplir con los objetivos climáticos mundiales.
En una conferencia telefónica, especialistas en clima y pueblos indígenas de Brasil, Estados Unidos, Alemania y Filipinas han explicado que los bosques ejercen un papel esencial tanto para “vencer la crisis climática” como para mejorar la producción de alimentos.
Según los expertos, los bosques son los responsables de la eliminación de un tercio de las emisiones de carbono a la atmósfera cada año.
Asimismo, su protección, restauración y expansión podrían incrementar en hasta un 25 % las posibilidades para cumplir con las metas de reducción de emisiones necesarias en la próxima década para que el calentamiento global no sobrepase los 1,5 grados.

IPCC

En un estudio publicado a inicios de julio por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), investigadores identificaron más de 100 millones de hectáreas de bosques tropicales húmedos que presentan “puntos críticos” y que podrían ser restaurados.
“Pensar en la tierra tiene que ser visto como una de las principales soluciones para hacer frente y frenar el cambio climático”, señaló en la conferencia la relatora especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz.
Según el informe, Brasil, Indonesia, Madagascar, India y Colombia acumulan las mayores áreas de masas forestales con puntos críticos.

Bosque tropical

Gran parte de esas zonas consideradas en estado crítico están localizada en la Amazonía, el mayor bosque tropical del mundo y que se extiende por nueve países suramericanos.
El científico de la Universidad de Sao Paulo, Carlos Nobre, indicó que la Amazonía concentra cerca de 130 000 millones de toneladas de carbono y que el 65 % de las emisiones que lanza a la atmósfera se producen a partir de la deforestación y la agricultura.

Deforestación y agricultura

Por eso, consideró que es fundamental “reducir la deforestación” e invertir en una agricultura menos agresiva.
“Necesitamos políticos que tengan una visión mucho mejor y más profundizada acerca del real potencial de explotación de la Amazonía”, ha expresado Nobre, una de las voces más críticas contra las políticas ambientales del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Los expertos coinciden además en que los bosques son los responsables de limpiar el aire y el agua, enfriar la superficie de la tierra y suministrar lluvia para la agricultura.
Asimismo, destacan que el mantenimiento y restauración de estos ecosistemas no solo evitan los “impactos extremos” del cambio climático, como las inundaciones o sequías, sino que también son beneficiosos “para toda la economía del planeta”.
“Pero es fundamental que haya un esfuerzo colectivo. Por supuesto que necesitamos la implicación de los Gobiernos, pero también de toda la comunidad internacional”, ha enfatizado la alemana Charlotte Streck, fundadora del grupo Climate Focus. EFE
nbo/cms/icn

El tratamiento de las aguas provoca cambios en la flora y fauna de los ríos

agua
A la izquierda, el río Ebro en 1992, a la derecha el río Ebro en 2009. CARLES IBÁÑEZ/IRTA
Los fertilizantes, detergentes con fosfatos o la contaminación industrial provocaron que las economías más industrializadas acumularan un exceso de fósforo en los ríos y lagos y, por lo tanto, que proliferara el fitoplancton (algas flotantes que le dan al agua un tono verdoso y enturbiado). El problema se solucionó hace un par de décadas con la ayuda de las plantas de tratamiento de aguas. Sin embargo, un grupo de científicos ha descubierto que esa gestión de limpieza ha cambiado el ecosistema, provocando variaciones en la flora y fauna de los ríos. En España, por ejemplo, ha aparecido una plaga de mosca negra en los municipios ribereños que está perturbando la vida de los vecinos de la zona.
Los resultados del tratamiento de aguas son, en principio, positivos: cada vez hay menos fósforo y los ríos vuelven a tener un aspecto más transparente. Ahora no fosfatos suficientes para que crezca el fitoplancton; estas algas consumían el oxígeno y creaban situaciones anóxicas (sin oxígeno) como la putrefacción, y por eso se crearon plantas de procesamiento que mejoraron la calidad de las aguas. Pero esta circunstancia ha creado unas condiciones nuevas. “La luz llega hasta el fondo del río y da lugar a que crezcan mucho mejor que antes las plantas acuáticas grandes llamadas macrófitos”, explica Josep Peñuelas, ecólogo del CSIC en el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) de Barcelona, y autor de un estudio que pone de relieve el problema y acaba de publicar la revista Science.
En la naturaleza, cualquier pequeña variación produce cambios en los ecosistemas, y más cuando son transformaciones hechas por el ser humano. “Como la red trófica ha sido alterada, ha crecido como una gran plaga un insecto que no estaba ahí previamente: la mosca negra”, señala Peñuelas.
Este insecto hace insoportable la vida de los habitantes de los municipios ribereños. Su picadura, o más bien mordedura porque corta la piel con unas mandíbulas de sierra, es muy dolorosa y provoca miles de visitas a centros de salud.
En la naturaleza, cualquier pequeña variación produce cambios en los ecosistemas, y más cuando son transformaciones hechas por el ser humano
La aparición de las plantas acuáticas y, por lo tanto, de la mosca negra es una de las consecuencias de este problema. Pero no la única. El incremento de óxidos de nitrógeno ha ayudado a crear este nuevo escenario. “La idea sería además de eliminar los fosfatos, reducir el nitrógeno. Estos nutrientes han de estar de manera proporcionada para que se den las condiciones de antes”, asegura Peñuelas.
El fósforo y el nitrógeno son nutrientes que necesitan las plantas para crecer junto con el sol y el agua, pero en su justa medida. “Además del cambio en las condiciones del hábitat tanto por exceso como por defecto de nutrientes (fósforo y oxígeno), si empeora la calidad del agua puede producirse una pérdida de diversidad biológica”, alerta Miguel Cañedo-Argüelles, ecologista acuático y profesor de la Universidad de Barcelona (UB).
Mosca negra.
Mosca negra. 
El exceso de nitrógeno llega a los ríos porque utilizamos fijadores de nitrógeno y fertilizantes de nitrógeno. Esto se traduce en una mayor producción de alimentos pero también en más emisiones de nitrógeno. La otra entrada de este gas se genera por la combustión de vehículos de transporte. “Además de generar dióxido de carbono, el calor de los motores produce óxidos de nitrógeno que se depositan en el medio. Estas tres entradas son enormes. Mucho más de lo que la biosfera ha hecho en su vida de forma natural”, afirma Peñuelas.

Cultivos ecológicos para reducir la emisión de nitrógeno

Algunos expertos abogan por reducir el uso de fertilizantes, ya que son los productos que más nitrógenos emiten a las aguas. “Hay que apostar por cultivos más ecológicos que permitan usar una dosis muy justa de fertilizante que absorba la planta porque si hay un exceso de aplicación, el nitrógeno se filtra”, apunta Cañedo-Argüelles. “El nitrógeno lleva mucho tiempo acumulado en el suelo y en la capa subterránea por lo tanto, lo mejor es evitar que se retenga más”, añade.
Además de la emisión de carbono, el otro gran elemento que estamos añadiendo al medio es el nitrógeno, que no es limitado porque el ser humano lo produce artificialmente. Los métodos actuales de eliminación de nitrógeno no son tan eficientes y, por lo tanto, los científicos creen que hay que dar un paso hacia delante y desarrollar nuevos modelos. “Los ecólogos hemos analizado la calidad de las aguas y las consecuencias que tiene para la vida, ahora hay que ponerse de acuerdo con los tecnólogos para tener una mayor eficiencia”, concluye Peñuelas.

RÍOS DE EUROPA, EE UU Y AHORA DE CHINA

Los investigadores observaron este fenómeno en los ríos europeos y norteamericanos hace 20 años, pero en los últimos 3 años también lo han notado en países como China (ya que ha adoptado una política ambiental de gestión de sus aguas similar a EE UU y Europa).
El estudio se centra en ríos de caudal mediano como el Ebro. “En el Misisipi o Amazonas que son grandes como mares es necesario un estudio alternativo porque este fenómeno depende del caudal del rio y del sustrato”, apunta Peñuelas. “Las emisiones de nitrógeno casi tienen la misma importancia que las del dióxido de carbono, por lo tanto, está muy ligado al cambio climático. Este desequilibrio de nitrógeno requiere la atención de científicos, gestores ambientales y políticos”, alerta Peñuelas.

La ‘sabanización’ de la Amazonia amenaza a todo el planeta

Un área quemada cerca de Porto Velho, en el Estado brasileño de Rondonia, el 23 de agosto. En vídeo, la Amazonia arde a un ritmo récord. FOTO: AFP | VÍDEO: EPV
El climatólogo brasileño Carlos Nobre puso sobre la mesa en 1991 una preocupante hipótesis: la sabanización de la Amazonia. Sus investigaciones sugerían que la deforestación a gran escala de las selvas amazónicas incrementa la temperatura atmosférica, reduce las precipitaciones y alarga la estación seca. El resultado a largo plazo, advertía, sería la transformación de los densos bosques tropicales en una vegetación de sabana, sobre todo en el sur y el sureste de la Amazonia.
Casi tres décadas después, Nobre es miembro de la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias de EE UU y los datos apuntalan su hipótesis. La cuenca amazónica ya ha perdido un 20% de su superficie por la deforestación en los últimos 60 años —sobre todo para crear tierras de cultivo, pastos para el ganado o explotaciones mineras— y la temperatura ha aumentado un grado. Los 77.000 incendios registrados en lo que va de 2019 en la Amazonia rompen la tendencia descendente de los últimos años y allanan el camino hacia el desastre. El fuego, alertaba Nobre en un estudio publicado en 2016, “contribuye al establecimiento de sabanas en lugares que podrían estar cubiertos de selva”.
La deforestación de la Amazonia podría tener graves consecuencias para el suministro de alimentos en EE UU
DAVID MEDVIGY, BIÓLOGO
La sabanización de la Amazonia es una amenaza directa para otras partes del planeta. En 2013, un equipo de la Universidad de Princeton (EE UU) alertó de que una hipotética deforestación masiva de la cuenca amazónica generaría un ciclo meteorológico similar al de El Niño, un fenómeno natural y cíclico vinculado a un calentamiento del Pacífico tropical oriental.
“La clave es que la deforestación de la Amazonia no solo afectará a la Amazonia. No se podrá contener. Impactará en la atmósfera y la atmósfera transportará esos efectos”, advirtió entonces el biólogo David Medvigy, líder de la investigación. Sus resultados mostraban que las ondas de Rossby, que mueven las condiciones meteorológicas de un lugar a otro del planeta, llevarían la sequía a EE UU. Una Amazonia deforestada significaría un 20% menos de lluvias en la costa noroeste estadounidense y una reducción del 50% de la capa de nieve de Sierra Nevada, una fuente de agua esencial para las ciudades y las tierras de cultivo de California, según los cálculos de Medvigy.
“Si cambia la capa de nieve en Sierra Nevada, de donde proviene la mayor parte del riego del Valle Central de California, la deforestación de la Amazonia podría tener graves consecuencias para el suministro de alimentos en EE UU”, afirmó el biólogo, hoy en la Universidad de Notre Dame, en Indiana.
La ‘sabanización’ de la Amazonia amenaza a todo el planeta
Los primeros modelos matemáticos del equipo de Carlos Nobre calcularon que existían dos puntos de inflexión que conducirían a la sabanización irreversible de la Amazonia: un aumento de 3 grados de la temperatura y una deforestación del 40% de la cuenca amazónica. Ahora, Nobre cree que el umbral sería más bien el 25%, debido a las sinergias entre la deforestación, el cambio climático y los incendios.
“La humedad de la Amazonia es importante para las precipitaciones y el bienestar humano, porque contribuye a las lluvias invernales en partes de la cuenca del río de la Plata, especialmente en el sur de Paraguay, el sur de Brasil, Uruguay y el centro y el este de Argentina”, explicaban Nobre y el biólogo Thomas E. Lovejoy, de la Universidad George Mason (EE UU), en un editorial de la revista Science Advances el año pasado.
Las sequías de 2005, 2010 y 2015 podrían haber convertido temporalmente la Amazonia en una fuente de CO2
“Creemos que la solución sensata no pasa solo por frenar estrictamente la deforestación, sino por reconstruir un margen de seguridad alrededor del punto de inflexión de la Amazonia, reduciendo el área deforestada a menos del 20%, por una razón de sentido común: es absurdo descubrir dónde está exactamente el punto de inflexión alcanzándolo”, proponían Nobre y Lovejoy, dos conservacionistas muy respetados en la comunidad científica.
En la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático celebrada en París en 2015, la entonces presidenta brasileña, la izquierdista Dilma Rousseff, se comprometió a reforestar 12 millones de hectáreas hasta 2030. El nuevo presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, amagó en un primer momento con romper el acuerdo de París, pero pronto dio marcha atrás ante la posible pérdida de certificados internacionales de calidad necesarios para las exportaciones de su sector agrícola y ganadero.
La destrucción de la Amazonia también supone una amenaza más global para el planeta. Las selvas amazónicas han sido históricamente un sumidero de CO2, que se acumula en sus árboles amortiguando los efectos de las emisiones industriales humanas. Sin embargo, un estudio publicado en 2015 en la revista Nature alertó de que ese papel de sumidero está disminuyendo, en parte por “un aumento sostenido a largo plazo en la mortalidad de los árboles”, según los autores, encabezados por el ecólogo Roel Brienen, de la Universidad de Leeds (Reino Unido).
La comunidad científica intenta ahora comprender la verdadera magnitud de este fenómeno, multifactorial y complejo. Los primeros resultados no son tranquilizadores. Las sequías de 2005, 2010 y 2015 podrían haber convertido temporalmente la Amazonia en una fuente de CO2 en lugar de un sumidero, acelerando el calentamiento global. Ese podría ser el futuro si no se frenan los incendios y la deforestación.

¿Es posible un mar sin plásticos?

Ricardo Estevez
Ya sabemos que la contaminación por plásticos es un problema global causado principalmente por el consumo excesivo y la falta de una gestión eficaz de los residuos. Sin duda es una cuestión que podemos afrontar, pero requiere el compromiso y la colaboración de todos: gobiernos, empresas e individuos.
Basura marina repleta de plasticos
Así, vamos a revisar un conjunto de acciones y recomendaciones encaminadas a reducir significativamente la contaminación plástica en los ambientes urbanos, costeros y marinos:

Acciones necesarias contra la contaminación por plásticos a escala internacional

  • Aprobar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para eliminar los vertidos de plástico en los océanos, con objetivos nacionales vinculantes de reducción, un marco de vigilancia y evaluación y un mecanismo financiero de apoyo a la ejecución.
  • Desarrollar una visión de nivel cero para la industria con el fin de detener todas las fugas de plástico en el medio ambiente, de conformidad con la resolución de la Asamblea de Naciones Unidas para el Medio Ambiente sobre los desechos marinos. También trazar un mapa y reducir los puntos de fuga potencial de plástico en la cadena de valor y en las operaciones generales.
  • Asegurarse de que todos los aparejos de la pesca fantasma se recuperan y se eliminan adecuadamente. Se necesita investigación y financiación para detectar los aparejos de pesca fantasma y desecharlos en instalaciones portuarias adecuadas. Los productores de artes de pesca que contengan plásticos cubrirán los costes de recuperación y se ofrecerán incentivos financieros para entregar las artes de pesca usadas y fantasmas a las instalaciones portuarias.
  • Adoptar normas de comercio internacional para los residuos plásticos que definan criterios de reciclaje para los exportadores de residuos plásticos. Establecer sistemas de responsabilidad del productor para todos los productos plásticos que se comercialicen, incluido el desarrollo de sistemas de depósito cuando proceda.

Acciones necesarias contra la contaminación por plásticos a escala nacional

  • Pasar del 30% actual a un 100% de residuos plásticos reciclados y reutilizables en 2030. Deben establecerse objetivos nacionales para el uso de materiales reciclados de aquí a 2025: 90% para los metales, 80% para el papel, 70% para los plásticos en los países desarrollados y 50% en los países en desarrollo. Deben establecerse objetivos de recogida selectiva para el sistema de responsabilidad ampliada del productor pertinente (por ejemplo, tasas más bajas por los envases reciclables o por el uso de materiales reciclados), así como fondos de depósito.
Los plásticos de un solo uso deben ser eliminados en un estilo de vida sostenible
  • Prohibir el uso de todas las bolsas de plástico de un solo uso y la adición de microplásticos a los productos para el año 2025. Todos los países deberían desarrollar una hoja de ruta para 2025 con el fin de reducir los residuos plásticos, incluyendo nuevas prohibiciones de productos específicos, como las bolsas de plástico y otros productos de un solo uso para los que existen alternativas, así como incentivos (por ejemplo, exenciones fiscales) para reducir la producción de residuos. También deben plantearse prohibiciones para los microplásticos primarios en los productos de consumo (detergentes, cosméticos) y técnicos, así como para todos los productos plásticos no degradables que se liberan deliberadamente en el medio ambiente y no pueden recuperarse.
  • Lograr la recogida del 100% de los residuos a través de reciclaje eficiente y planes de gestión integrada de residuos. Es necesario establecer un sistema integrado de gestión de residuos que incluya una clasificación eficaz de los residuos (por ejemplo, orgánicos, papel, metal y plásticos). Es necesario invertir en enfoques más sistémicos y sostenibles de la gestión de residuos y en infraestructuras que permitan obtener mejores resultados en la gestión y el reciclado de residuos plásticos.

Acciones requeridas contra la contaminación por plásticos por parte de la industria

  • Invertir en innovación en alternativas reciclables o compostables para hacer frente al 30% de los envases de plástico que actualmente no son reciclables. Desvincular los plásticos de las fuentes fósiles y adoptar materias primas de fuentes renovables.
  • Rediseñar la infraestructura de procesos productivos y cadenas de suministro que permitan el uso de materiales reciclados y de alternativas plásticas. Desarrollar soluciones para evitar la liberación de fibras microplásticas como resultado de los procesos de lavado.
  • Adoptar una política de oficina y empresa de cero residuos para detener los productos de plástico de un solo uso y promover un entorno de trabajo exento de plásticos.
  • Reducir el uso de plástico comenzando con todos los artículos y envases plásticos pequeños innecesarios. Centrarse en el rediseño de envases de materiales múltiples y en la adopción de alternativas ya disponibles en el mercado.
  • La industria del turismo, incluyendo la hostelería y los operadores marítimos, debería evitar el uso de todos los artículos de plástico de un solo usocomo bolsas, botellas, tapas o pajitas, y establecer sistemas eficaces de recogida y reciclaje de residuos.

Acciones recomendadas contra la contaminación por plásticos para los consumidores

  • Elegir, cuando sea posible, productos hechos de materiales biodegradables o reciclados en lugar de plásticos: hilo dental biodegradable, en lugar de nylon; peines de madera para el pelo o pinzas para la ropa; esponjas hechas de celulosa; platos, tazones y tazas de cerámica; botellas de vidrio; servilletas de algodón; esterillas de fibra de bambú para yoga.
Bandejas para carne fresca realizadas con plásticos compostables
  • Evitar los productos desechables, usando, por ejemplo, cepillos de dientes o maquinillas de afeitar con cabezas reemplazables; no usar pajitas, bolsas de la compra, botellas de agua, vajilla y cubiertos, bastoncillos de algodón, bolígrafos y encendedores de plástico.
  • Almacenar alimentos sin recipientes de plástico: reemplazar película, bolsas y recipientes de plástico por vidrio, un material inerte que, a diferencia del plástico, no libera ningún contaminante.
  • Evitar jabones y productos cosméticos que contengan microplásticos: comprobar si los ingredientes contienen polietileno, polipropileno o cloruro de polivinilo (PVC), todos ellos plásticos.
  • Comprar productos sin envasarfrutas, verduras, quesos, carnes, pescados y otros productos alimenticios vendidos a granel o al peso, y detergentes de grifo para minimizar el embalaje. 
  • Prestar atención a los procedimientos de desecho y reciclaje en tu ciudad o comunidad y reciclar tanto como sea posible.
  • Colaborar con las tiendas y supermercados y el municipio para reducir cuanto antes los plásticos innecesarios, promover alternativas sostenibles, mejorar la gestión de residuos e invertir en reciclaje.
  • Ser ciudadanos ecointeligentes, evitando los artículos de plástico de un solo uso y desechando todos los residuos (colillas de cigarrillos, paquetes y juguetes de plástico) de manera adecuada para evitar la contaminación de las playas y del medio ambiente.
Como puedes observar, se pueden emprender muchas iniciativas para paliar esta lacra. Si te interesa este tema puedes profundizar con el informe realizado por WWF y titulado Una trampa de plástico: liberando de plástico el Mediterráneo y disponible en nuestro fondo documental ecointeligente.