27 de diciembre de 2023

Sostenibilidad ambiental, equidad social y satisfacción personal, bases de una alternativa al desarrollo

 El paradigma de bienestar del transdesarrollo transmodernopersigue la satisfacción de las necesidades materiales e inmateriales de la gente por medio de un proceso de participación en el que se deciden, bajo los principios de sostenibilidad ambiental, equidad social y satisfacción personal, cuáles son dichas necesidades y qué medios deben emplearse para satisfacerlas. 

Bajo este paradigma –en el que la naturaleza, la sociedad y la persona ocupan el centro de las preocupaciones de la gente– los seres humanos se sienten parte de diferentes comunidades y también parte de la naturaleza. Como partes de un todo, defienden la convivencia armónica entre los seres humanos y entre estos y la naturaleza.

Más allá de la modernidad

Este paradigma de bienestar se corresponde con un paradigma cultural o cosmovisión denominado transmodernidad y definido como una visión del mundo basada en un consenso intersubjetivo que interpreta todos los aspectos de la vida a partir de la combinación emocionalmente inteligente de postulados basados en la espiritualidad, la razón y la imaginación. 

Con esta visión lo que se persigue es la realización de las múltiples expectativas de la gente por medio de su participación en proyectos interculturales consensuados y social y ambientalmente armónicos, encaminados a la construcción de una sociedad global feliz, poscapitalista y biocéntrica.

Más allá de lo local

Suele afirmarse que el transdesarrollo solo es viable a escala local, en ecoaldeas o en comunidades indígenas. También se afirma que los intentos por implementar el transdesarrollo a escala nacional en algunos países de América Latina han fracasado (Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador…), dado que sus gobiernos han seguido implementando políticas desarrollistas que han profundizado su nivel de maldesarrollo

No obstante, sigue habiendo intentos y propuestas que no renuncian a que el transdesarrollo pueda tener implementaciones más allá del ámbito local. Entre ellas estaría la propuesta de una agenda global alternativa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, denominada Objetivos del Buen Vivir.

La propuesta de los Objetivos del Buen Vivir se articula en tres objetivos generales y veintiún objetivos específicos, encaminados a la consecución de las tres armonías (ambiental, social y personal) que deben caracterizar el buen vivir global (o el transdesarrollo global).

Los objetivos generales del buen vivir

Los objetivos generales serían: 

  1. La sostenibilidad biocéntrica, que reflejaría la armonía con todos los seres de la naturaleza.

  2. La equidad social, que reflejaría la armonía con todos los seres humanos.

  3. La satisfacción personal, que reflejaría la armonía con un@ mism@. 

Estos tres objetivos se encontrarían interrelacionados por lo que sería imposible alcanzar el buen vivir si no se cumpliesen simultáneamente los tres. No obstante, existiría una jerarquía entre objetivos: la sostenibilidad biocéntrica limitaría los medios para alcanzar la equidad social, y la sostenibilidad biocéntrica y la equidad social limitarían los medios para alcanzar la satisfacción personal. 





































Objetivos del buen vivir, según el paradigma de transdesarrollo transmoderno. Fuente: elaboración propia

Por tanto, en la construcción del buen vivir global, habría que tomar en cuenta, en primer lugar, a la naturaleza; en segundo, a la sociedad y, finalmente, a la persona porque la persona es parte de la sociedad y la sociedad es parte de la naturaleza.

Los objetivos específicos del buen vivir

La consecución de los objetivos generales requeriría de la consecución simultánea de los objetivos específicos. No pueden alcanzarse los tres primeros sin alcanzar simultáneamente los veintiún segundos. Además, los objetivos específicos presentarían fuertes interrelaciones entre sí, especialmente los que están enmarcados en una misma categoría.

















Esta propuesta alternativa asume que el paradigma de bienestar al que debiera aspirar una agenda pos 2030 sería el de transdesarrollo transmoderno, que cuestiona abiertamente la modernidad como paradigma cultural, el desarrollo económico como paradigma de bienestar y el desarrollo sostenible como variante de desarrollo, y que propone ir más allá de dichos paradigmas y de dicha variante, sin negarlos completamente, pero trascendiéndolos.

¿Pueden ser las finanzas rentables y sostenibles?

 El desarrollo económico, el desarrollo social y el desarrollo ambiental son los tres pilares básicos del desarrollo sostenible y deberían ser una prioridad global. 

La sostenibilidad tiene que ver con el medio ambiente, pero también con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Implica el compromiso de erradicar la pobreza y lograr, para 2030, un mundo sostenible cuyo núcleo sea el bienestar humano y un planeta sano.

Este nuevo enfoque propicia una forma de capitalismo más inclusiva y un nuevo modelo de gobierno corporativo. La cuestión es maximizar la riqueza para todos los grupos de interés de una entidad, aunando las cuestiones ambientales, sociales y de gobierno. 

La unión de estos aspectos ha dado lugar, entre otros, a la aparición de las entidades microfinancieras. Estas proporcionan crédito y otros servicios a los segmentos de la población más vulnerables, que no pueden acceder a la banca tradicional.

Microfinanzas y desarrollo

Entre las entidades microfinancieras están muchas cooperativas de ahorro y crédito. Su identidad se basa, precisamente, en sus valores y principios cooperativos. Esa identidad les hace estar naturalmente alineadas con los objetivos de la Agenda 2030 y el desarrollo sostenible. 

De hecho, las cooperativas financieras pueden crear, gestionar y permitir una recuperación más justa, inclusiva y resiliente. Los principios de solidaridad y atención comunitaria en los que se basan posibilitan el desarrollo de las finanzas sostenibles en un nuevo contexto de desarrollo económico. 

Hay dos cuestiones interconectadas que ayudan a entender el concepto de finanzas sostenibles:

  • La identificación de las posibles dimensiones de la sostenibilidad. Estas son: preservación del medio ambiente y de los ecosistemas, conservación de la biodiversidad, lucha contra el cambio climático y erradicación de la pobreza y el hambre. 

  • La evaluación de la contribución de cada sector o actividad económica al logro de, al menos, una de las dimensiones de la sostenibilidad. 

En las finanzas sostenibles confluyen estas dos cuestiones al financiar sectores o actividades que contribuyen al logro o mejora de dimensiones relevantes de la sostenibilidad.

Las cooperativas de crédito y ahorro son capaces de lograr este objetivo. Optimizan el impacto social y ambiental y, al mismo tiempo, proporcionan valor financiero.

Su actividad es especialmente relevante en los países en desarrollo a través de los microcréditos. Estos tienen un fuerte impacto en las poblaciones locales mediante el acceso a servicios financieros, la mejora de infraestructuras y la inversión en zonas rurales. 

Cooperativas financieras en Ecuador

El papel de las cooperativas financieras es esencial en países como Ecuador al permitir la inclusión de grupos vulnerables que tradicionalmente han estado fuera del sistema financiero. También han revitalizado la economía creando un alto impacto social. 

Los informes del Banco Mundial muestran la alta presencia de las cooperativas financieras en todo el país. En particular, se encuentran en zonas rurales (54 % de los puntos de atención) y en zonas de alta pobreza (37 %). Aproximadamente, una de cada cinco instituciones (17 %) trabaja con la población indígena. Esto implica que estas instituciones están especializadas en microcréditos como herramienta esencial de atención a los más vulnerables.

Rentabilidad, sostenibilidad financiera, inteligencia artificial

Para poder atender a los más vulnerables, las cooperativas de crédito deben ser viables y eficientes. La rentabilidad es un indicador muy utilizado para ver la viabilidad y eficiencia de una entidad. 

Sin embargo, también es necesario analizar la rentabilidad de la cartera de microcréditos por su contribución directa a la sostenibilidad y a la creación de valor social. 

La aparición de nuevas tecnologías para la gestión de datos hace que existan diferentes métodos de análisis. Entre ellos están los algoritmos de aprendizaje automático. Algunos de estos algoritmos provienen de la inteligencia artificial.

Por un lado, existen técnicas de agrupamiento (clustering), como el análisis de componente principales. Esta técnica ha determinado el grado de importancia de variables que pueden afectar a la rentabilidad.

Por otro lado, estarían los algoritmos clasificatorios, como los bosques aleatorios (random forest). Estos combinan la salida de varios árboles de decisión para alcanzar un resultado único. 

Finalmente, los árboles de clasificación (classification trees) crean reglas específicas para clasificar una determinada característica. En este caso, si las entidades son rentables o no. 

Conclusiones

La combinación de todos estos métodos ha revelado cuáles son las variables más relevantes para predecir la viabilidad global y de la cartera de microcréditos en las cooperativas de Ecuador. Estas son el tamaño y las variables relacionadas con el crédito (liquidez, deuda, solvencia, rentabilidad). 

Podemos concluir que la importancia de las cooperativas financieras en la economía real viene determinada por su capacidad para satisfacer las necesidades de particulares y empresas. Esto se logra especialmente a través del microcrédito y la inclusión financiera. Para ello, se requieren fuertes posiciones de capital e instituciones de cierto tamaño.

No es posible cumplir con la Agenda 2030 sin unas entidades financieras rentables y sostenibles que la hagan posible