24 de febrero de 2021

10 años después de Fukushima: autopsia de un accidente nuclear

 Este mes de marzo se cumplen 10 años desde que una desgraciada cadena de acontecimientos provocara uno de los desastres nucleares más sonados del siglo XXI. Así el 11 de marzo del 2011, a unos 130 kilómetros de la costa de Japón y a unos 32 de profundidad en el océano Pacífico se producía el que fue bautizado como el Gran Terremoto de la Costa de Japón. Con una magnitud de 9,1 MW en la Escala Sismológica de Magnitud de Momento, y catalogado como el cuarto terremoto más fuerte detectado en la Tierra durante los últimos 500 años, este daría lugar a un tsunami en el que olas de hasta 15 metros de altura golpearían la costa del país nipón con la mala fortuna de encontrarse en su camino a la central nuclear de Fukushima Daiichi.

El evento se saldó con el primer accidente nuclear grave del milenio, el cual, un mes después de producirse, el 11 de abril del mismo año, la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial catalogaría como un accidente de nivel 7, el máximo en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares -INES- y el mismo alcanzado en el accidente de Chernóbil de 1986.

Ahora, coincidiendo con el décimo aniversario del fatal accidente en el que, fruto de las inundaciones, una la pérdida accidental de refrigerante fruto inutilizó los generadores de emergencia de la central y condujo a tres fusiones nucleares, tres explosiones de hidrógeno y la liberación de contaminación radiactiva, una nueva investigación recién publicada en la revista Science of the Total Environment acaba de documentar la presencia de nuevas y grandes partículas -de más de 300 micrómetros- y altamente radiactivas liberadas por uno de los reactores dañados.

Estas partículas, las cuales se depositaron dentro de una zona estrecha que se extiende unos 8 kilómetros al norte-noroeste del reactor, fueron encontradas durante un estudio de superficial del suelo a unos 3,9 kilómetros del mismo. Según la presente investigación, la cual se publica bajo el título New highly radioactive particles derived from Fukushima Daiichi Reactor Unit 1: Properties and environmental impacts, esta nuevas partículas en cuya composición se han hallado isótopos de Cesio-134 y Cesio 137, reportan altos niveles de radioactividad que superan los 105 Bq.

La investigación, dirigida por el doctor Satoshi Utsunomiya y el estudiante graduado Kazuya Morooka, ambos del Departamento de Química de la Universidad de Kyushu, en Japón, encontró que dicha actividad radiactiva procedía concretamente de un agregado de nanopartículas de silicato en forma de escamas más pequeñas con una estructura similar al vidrio. Según los autores, estas nanopartículas probablemente tengan su origen en la absorción del cesio que componía el combustible volatilizado del reactor por parte los materiales de construcción que fueron dañados durante la explosión de hidrógeno de la Unidad 1.

Mapa de contaminación radiactiva en los alrededores de la central nuclear de Fukushima Daichi. Japón

Mapa de contaminación radiactiva en los alrededores de la central nuclear de Fukushima Daichi. Japón

Foto: Satoshi Utsunomiya et al.

Este mapa muestra la ubicación de la planta de energía nuclear de Fukushima Daiichi y la dosis de radiación a 1 metro sobre el suelo en noviembre de 2017. La estrella roja representa la ubicación de la muestra de suelo que contiene las partículas altamente radiactivas. 

"La composición de las micropartículas incrustadas en la superficie probablemente refleje la composición de las partículas en el aire dentro del edificio del reactor en el momento de la explosión de hidrógeno" aclara Utsunomiya . "Esto nos proporciona una ventana forense a los eventos del 11 de marzo de 2011", añade. "Las nuevas partículas de las regiones cercanas al reactor dañado nos proporcionan una valiosa información y nos ofrecen una instantánea de las condiciones atmosféricas en el edificio del reactor en el momento de la explosión de hidrógeno, así como de los fenómenos fisicoquímicos que ocurrieron durante la fusión" continúa. "Si bien han pasado casi diez años desde el accidente, la importancia de los conocimientos científicos nunca ha sido tan crítica. Las tareas de limpieza y la repatriación de los residentes continúa, y una comprensión profunda de las formas de contaminación y su distribución es importante para la evaluación de riesgos y la confianza pública".

Peligro bajo control

Por su parte el profesor de la Universidad de Helsinki, Gareth Law, coautor del estudio añade que "los esfuerzos de limpieza y desmantelamiento del lugar enfrentan desafíos difíciles; en particular la eliminación y manejo seguro de los escombros de accidentes que hoy todavía presentan altos niveles de radiactividad". Es por ello que, dada la alta radiactividad asociada con las nuevas partículas, el equipo del proyecto también estaba interesado en comprender sus posibles impactos en la salud.

En este sentido parece que hay motivos para la tranquilidad, ya que según explica Utsunomiya, debido a su gran tamaño es probable que los efectos sobre la salud de estas nuevas partículas se limiten a los peligros de la radiación externa por contacto con la piel. "A pesar del muy alto nivel de actividad, esperamos que las partículas tengan un efecto insignificante en la salud de los seres humanos, ya que no se adherirían fácilmente a la piel" declara el investigador. "Sin embargo, debemos considerar los posibles efectos en otras criaturas vivientes, como los que se alimentan por filtración en los hábitats que rodean Fukushima Daiichi" aclara. "A pesar de que casi han pasado diez años, la vida media de 137Cs es de aproximadamente 30 años. Por lo tanto, la actividad en las partículas altamente radiactivas recién encontradas aún no se ha desintegrado significativamente. Como tales, permanecerán en el medio ambiente durante varias décadas, y este tipo de partícula podría encontrarse ocasionalmente en puntos calientes de radiación".

Por ello, las investigaciones al respecto deberán continuar, según los científicos. El profesor de la Universidad de Stanford, Rod Ewing,también coautor del presente trabajo informa que este artículo es tan solo parte de una serie de publicaciones que buscan brindar una imagen detallada del material emitido durante el colapso del reactor Fukushima Daiichi. "Este es exactamente el tipo de trabajo requerido para la remediación y comprensión de los efectos sobre la salud a largo plazo" algo que también sostiene su colega de la escuela de ingeniería ITM Atlantique, el profesor Bernd Grambow, quien concluye que "aunque el presente trabajo se ha valido de las herramientas analíticas más vanguardistas, brinda solo una pequeña idea de la gran diversidad de partículas liberadas durante el accidente nuclear, por lo que aún se necesita mucha más investigación para obtener una imagen realista del impacto ambiental y sanitario sumamente heterogéneo de una catástrofe de estas características".

¿Eres de los consumes cápsulas de café monodosis?

 Si tu repuesta es afirmativa, debes saber que esas pequeñas cápsulas que empleas para disfrutar de tu café es una práctica insostenible, un pequeño placer que no nos podemos permitir. Y en efecto, NOSOTROS NO CONSUMIMOS CÁPSULAS DE CAFÉ MONODOSIS.

Evita consumir las insostenibles cápsulas de café monodosis
Quizás sea una cuestión de comodidad, rapidez o de tener al alcance de una amplia variedad de sabores, pero igual no has reparado que esas pequeñas cápsulas suponen un gran problema ambientalya que sus materiales no son respetuosos con el medio ambiente.
Para que te hagas una idea, cada cápsula de 6 gramos de café requiere otros 3 gramos de envoltorio, que en su mayoría son aluminio y plástico que no se recicla, o que se tira en el contenedor equivocado. Todo ello sin contar el cartón y el plástico de los envoltorios en los que vienen presentadas.
Seguramente no reparamos en la magnitud del problema dado lo presente que está el café en nuestras vidas. Solo apuntar que el café es el segundo producto que más se consume en el mundo, únicamente por detrás del petróleo.

Según datos actualizados, la venta de cápsulas ha crecido un 26% en la última década, y ha superado en 8 veces al resto de modalidades de preparación de este producto

En pocos años más, el café en monodosis superará al molido y al soluble¿Y qué problema hay? Pues que la inmensa mayoría de estas cápsulas acaba en la basurasin ninguna oportunidad de recuperar algunos de los (valiosos) materiales con los que han sido fabricadas.
¡Ya están los de ecointeligencia con sus exageraciones! ¡Ya no se va a poder tomar uno un café tranquilo! Si, por supuesto que te puedes tomar un café, pero de los de toda la vida 🙂
Se calcula que cada minuto se tiran 13.500 cápsulas de aluminio y plástico al cubo de residuos, lo que supone en un año, más de 7 mil millones de cápsulas que tardarán al menos un siglo en degradarse en nuestro medio ambiente.
Y es un problema que nosotros tenemos cerca, pues España es el tercer país del mundo con más consumidores de cápsulas de café, sólo por detrás de Estados Unidos e Italia. Aquí el consumo de estas adictivas cápsulas supera en cantidad al café que se sirve en la hostelería. Bueno, parece que el problema no es tan pequeño, ¿no?
Lo cierto es que nos gusta el café, y en alguna ocasión nos hemos visto tentados por las atractivas máquinas de café en monodosis y su variada oferta de sabores.
Sin embargo, cuando nos planteamos, hace ya más de 13 años, adquirir una máquina de café expresooptamos por una de esas que llevan portafiltro donde depositas tu dosis de café molido, que puede ser fácilmente adquirido a granel.
Nuestra cafetera permite utilizar café a granel, sin envases ni envoltorios
Esta máquinaque para muchos será arcaicanos costó unos 150 € y calculo que habrá producido entre 650 y 700 litros de café de buena calidad.
Al coste inicial hay que sumarle que se ha averiado 3 veces, siendo la media del coste de cada una de las reparaciones unos 40 €, por lo que habremos invertido unos 120 € en mantener en marcha esta cafetera.
Una importante cuestión que observamos es que nuestra cafetera es que adolece de obsolescencia programada, ya que es fácilmente reparable y existe una amplia oferta de repuestos, lo que nos anima a suponer que vamos a tener cafetera para rato en nuestra casa.
Y todo ello pese a que la primera vez que se averió, en el mismo servicio técnico donde la han reparado ya 3 veces, nos ofrecieron comprar una cafetera de cápsulas a un precio muy atractivo. Argumentaban que la empresa que comercializaba la marca de nuestra cafetera había presentado concurso de acreedores (que es como se llama en España el paso previo a la quiebra de una empresa) y no sabían si podían encontrar repuestos.
No muy conformes con esta explicación, investigamos y constatamos que era cierto lo que nos habían informado, pero que existían usuarios que estaban reparando ellos mismos estas cafeteras (todo un ejercicio Do It Yourself, DIY) y que los recambios eran fáciles de conseguir, pues los comparten muchos modelos de máquinas, e incluso de marcas distintas.
Lo cierto es que nos llamaron de este servicio técnico para comunicarnos que existían piezas y que la cafetera podía ser reparada, y como os estamos contando, la máquina sigue en funcionamiento desde que la adquirimos.
Detalle de la pieza rota por el uso y fácilmente repuesta
esto nos ha permitido huir de las cápsulas monodosis de café en nuestra casa, al igual que hacemos cuando salimos fuera. Evitamos bares y restaurantes que utilizan este sistema insostenible, y si no hay más remedio, no consumimos bebidas preparadas de esta manera.

Quizás lo fácil habría sido sucumbir a una de estas modernas máquinas de cápsulas que tanto se prodigan en los hogares actuales, pero ahí estamos, predicando con el ejemplo

Desde que se empezó a popularizar el modelo de negocio basado en las cápsulas monodosis, hemos tenido la certeza que este sistema, que principalmente explota nuestra pereza, es insostenible y altamente contaminante, especialmente los de las cápsulas de aluminio. Si, el mismo material que empleamos para fabricar aviones, lo utilizamos para un producto tan efímero como es una dosis de café.
Si, nosotros tiramos los posos del café a la basura y eso ya causa un problema ambiental. Como hemos comentado en otras ocasiones, llevar un estilo de vida sostenible no es cuestión de radicalismos, sino de tener conciencia de nuestros impactos y de cómo podemos minimizarlos y compensarlos. De hecho, hemos participado en proyectos que tratan de aprovechar estos desperdicios del café.
Cuando debatimos sobre este asunto, algunos amigos nos dicen que ellos reciclan las cápsulas, lo cual parece que calma sus almas contaminadoras. En la mayoría de los casos este reciclaje se realiza de una manera incorrecta, y el consumidor ni se percata de ello.
Las actuales regulaciones no consideran las cápsulas como un envase, por lo que no deben tirarse en el contenedor amarillo, ni siquiera, aunque te tomes la molestia de vaciar el café para depositar la cápsula en este contenedor, ya que es muy probable que queden restos orgánicos.
La recogida selectiva de residuos para su reciclaje está extendida en nuestras ciudades
La única alternativa medianamente sostenible que nos queda es acudir a uno de los puntos de recogida de cápsulas que las grandes marcas han dispuesto para ello. Pero esto empieza a ser ya un poco menos cómodo, y son muy pocos los usuarios que aprovechan esta opción.

La pereza aparece de nuevo, y según los datos existentes, sólo entre un 10 y un 20% de los consumidores se preocupa en recolectarlas y entregarlas en estos puntos

Quizás puedas pensar que una posible solución a este problema pasaría por que estas cápsulas fueran fabricadas con materiales biodegradables que pueden desintegrarse en un periodo corto periodo y que así puedan ser desechadas en el contenedor de la basura orgánica.
Bueno, para nosotros que apostamos por modelos basados en la Economía Circularestos planteamientos nos parecen un parchepero puede ser un primer paso.
En este sentido, en España hay iniciativas que pueden provocar que las cápsulas de café sean historia. Es el caso de Baleares, en donde su gobierno autonómico quiere prohibir a partir del año 2020 las dosis de un solo uso que no sean reciclables.
El anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminantes (que a fecha de hoy todavía no ha entrado en el Parlamento) busca prohibir las cápsulas de un solo uso que no estén fabricadas con material compostable, y solo permitirá las comercializadas por empresas que sigan un proceso de recogida y reciclaje de éstas en caso de no estar fabricadas con estos componentes.
Pero el caso de las cápsulas está englobado en otro mucho más grande y preocupante, que es el de los artículos de un solo uso.
Ejemplo de la sopa de plástico presente en mares y océanos
Productos de plástico como bolsas, platos, vasos y cuberterías, bastoncillos para los oídos, pajitas de plástico, o artículos más complejos como mecheros no recargables, maquinillas de afeitar de un solo uso, y cartuchos y tóneres de impresoras que no sean reutilizables, simplemente no deben ser permitidos en un estilo de vida sostenible.
Sin duda, un gran problema el de los artículos de un solo uso que seguiremos combatiendo desde nuestros artículos.
Y tú, ¿eras consciente del problema ambiental de estas cápsulas de café? ¿Te animas a prescindir de ellas? Nuestro Planeta te lo agradecerá 

El cambio climático tiene “repercusión directa” en los ecosistemas forestales en España

 Así lo ha advertido la directora técnica de FSC (en castellano, Consejo de Administración Forestal) España, Silvia Martínez, en un foro virtual que se ha desarrollado este jueves y en el curso del cual ha explicado que sólo es posible reducir esta vulnerabilidad e incrementar su resiliencia con “una adecuada gestión de los sistemas forestales” que sea “adaptativa en sí misma“.

Esto significa que debe orientarse a mejorar la resiliencia, describiendo los cambios en las condiciones ambientales y aplicando estrategias para mantener o mejorar la captación y el almacenamiento de carbono.

Esta estrategia incluye el mantenimiento de “estructuras forestales heterogéneas y en su densidad óptima, además de otras medidas como la reducción del riesgo de incendios, la apuesta por la certificación FSC para “poner en valor su colaboración con la acción climática” y el incremento de incentivos económicos al sector de la industria forestal para hacer frente a los cambios y motivar el potencial de secuestro de carbono en productos de madera.

El director ejecutivo de FSC España, Gonzalo Anguita, ha recordado que las superficies forestales son “protagonistas indiscutibles” en la lucha contra el cambio climático por su papel de sumideros de carbono, constituir el hábitat de especies amenazadas además de su papel para conservar la biodiversidad y constituir fuentes de abastecimiento de importantes recursos como el agua.

Por todo ello, considera que “ha llegado la hora de los bosques” ya que “son el hilo conductor de un montón de elementos y lugares donde encontrar respuestas”.

Crisis climática y producción de madera

El catedrático de la Universidad de Alcalá, Miguel Ángel Zavala, quien también ha participado en este foro virtual, colaboró con FSC a la hora de estudiar cómo la crisis climática ya está afectando a la producción de madera y a su calidad .

En este sentido Juan Picos, investigador de la Universidad de Vigo y director de la Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra  ha señalado el bienio comprendido entre el 2017 y el 2018 como “el peor registrado en la historia en cuanto a pérdidas por desastres naturales, de las que sólo el 30% están cubiertas por seguros.

Picos ha presentado tres medidas concretas para lograr una buena adaptación de la industria forestal: ayudar a implantar la selvicultura adaptativa, adecuar la cadena de suministro al cambio climático para “identificar cuáles son sus debilidades” y desarrollar cadenas de valor innovadoras basadas en la madera. 

También ha defendido la importancia de la certificación FSC para “demostrar una gestión forestal sostenible” incluyendo una mejora de la confianza de gobiernos, donantes, consumidores y sector privado. EFEverde.

La ONU alerta de una triple crisis: calentamiento, pérdida de biodiversidad y contaminación

 MANUEL PLANELLES

El planeta se enfrenta a una triple emergencia medioambiental ligada al cambio climáticola contaminación y la pérdida de la biodiversidad. Y, según advierte Naciones Unidas, estas tres crisis suponen una seria amenaza para la humanidad. “El mundo está incumpliendo sus compromisos de limitar los daños ambientales”, concluye un informe presentado este jueves. “Es tiempo de replantear nuestra relación con la naturaleza”, ha explicado António Guterres, secretario general de la ONU, en una videoconferencia de prensa desde Nueva York.

El informe presentado por Guterres ha sido liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y pretende actualizar y sintetizar la información científica generada en los últimos años sobre los principales desafíos medioambientales a los que se enfrenta el planeta debido a la acción del hombre. Y las conclusiones son muy negativas: la Tierra se encamina hacia un incremento de la temperatura de al menos tres grados respecto a los niveles preindustriales; más de un millón de especies de animales y vegetales del mundo están en un peligro de extinción; y las enfermedades vinculadas a la contaminación causan cada año unas nueve millones de muertes prematuras. A todo ello el informe suma que “la degradación ambiental está impidiendo los progresos hacia el fin de la pobreza y el hambre”.

“Ninguno de los objetivos mundiales para la protección de la vida en el planeta y para detener la degradación de la tierra y los océanos se ha cumplido plenamente”, apunta el análisis del Pnuma. “La deforestación y la sobrepesca continúan”, añaden los autores, que también alertan de que la trayectoria actual de las emisiones de gases de efecto invernadero lleva a un incumplimiento claro del Acuerdo de Paríscontra el cambio climático, que busca limitar el incremento de la temperatura media a entre 1,5 y dos grados. “Estamos destruyendo el planeta”, ha resumido Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma. “La prosperidad de la humanidad está en riesgo”, ha añadido.

Punto de no retorno

Este informe se basa en los últimos estudios elaborados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), organismos científicos vinculados a Naciones Unidas. La ONU ha querido lanzar esta alerta al entender que 2021 debe ser un año determinante para lograr un cambio de rumbo. “Estamos cerca del punto de no retorno”, ha advertido Guterres, quien ha afeado a los Gobiernos que hagan más por “explotar” la naturaleza que “por protegerla”.

Este año se celebrarán varias citas internacionales y medioambientales importantes, como la cumbre climática que se desarrollará en noviembre en Glasgow (Reino Unido). Esta cita tuvo que retrasarse un año por la pandemia y, curiosamente, este retraso permitirá que EE UU, el país que más ha contribuido al calentamiento global a lo largo de la historia, pueda participar activamente en esas negociaciones gracias a la derrota de Donald Trump, que sacó a su país del Acuerdo de París y de la lucha internacional contra el calentamiento. Precisamente, este viernes EE UU regresará oficialmente al Acuerdo de París y la nueva Administración de Biden se ha comprometido a impulsar la batalla climática.

Guterres ha explicado que espera que EE UU vuelva a aportar la financiación climática que Trump retiró y que servía para ayudar a los países menos desarrollados a afrontar las consecuencias del calentamiento. Pero también ha señalado que Biden y su equipo deberían poner ya sobre la mesa nuevos planes de recorte de sus emisiones (conocidos por las siglas NDC) que impliquen “acciones inmediatas”. Por último, el secretario general de la ONU ha instado al nuevo Gobierno federal a que ayude a que la cumbre de Glasgow sea un éxito. A esa cita se debería llegar con el compromiso de todos los países de aplicar planes de recorte de emisiones de efecto invernadero más ambiciosos que los actuales.

“2021 debe ser el año en el que la humanidad haga las paces con la naturaleza”, ha apuntado Andersen. El informe presentado este jueves liga las inversiones para reactivar las economías afectadas por la pandemia y la necesidad de actuar contra esa triple emergencia ambiental. También pone en el punto de mira algunas contradicciones evidentes, como que los Gobiernos sigan dando subvenciones a los combustibles fósiles ignorando “los costes ambientales” e impulsando así “la producción y el consumo despilfarrador de energía y recursos naturales”.

Entre las medidas concretas que se proponen en el informe, además de la eliminación de esos subsidios a los combustibles fósiles, los autores apuestan por fijar un precio al dióxido de carbono para que se penalicen a las industrias más sucias. El análisis cifra en cinco billones de dólares anuales las ayudas públicas que reciben en el mundo los combustibles fósiles, la agricultura y la pesca no sostenibles, las energías no renovables, la minería y el transporte. Y se pide que parte de ese dinero se reoriente hacia actividades con bajas emisiones y “respetuosas con la naturaleza”. También proponen los autores “cambiar la fiscalidad” para “promover una economía circular que desvincule la prosperidad de la contaminación y favorezca la creación de empleo”. “Los planes de recuperación verde para las economías afectadas por la pandemia son una oportunidad irrepetible para acelerar la transformación”, ha concluido la directora del Pnuma.

La ONU pide “hacer las paces” con la naturaleza para evitar el desastre

 El informe elaborado por el Programa para el Medio Ambiente de la ONU (PNUMA), que ha sido presentado por el secretario general de la ONU, António Guterres, y la directora ejecutiva de PNUMA, Inger Andersen, plantea que el esfuerzo de la humanidad por transformar la naturaleza ha conducido a la actual crisis existencial del planeta por lo que es imperativo “transformar la relación de la humanidad con la naturaleza“.

Los autores del informe, los científicos Ivar Baste y Robert Watson, declararon en una entrevista con EFE que “la situación es realmente urgente y las acciones son muy necesarias, por lo que PNUMA quería expresar la problemática de una forma muy clara: los problemas medioambientales están interrelacionados”.

El informe destaca que los cambios medioambientales amenazan el progreso realizado durante siglos al causar descomunales pérdidas económicas y millones de muertes prematuras y que el bienestar de las futuras generaciones está en peligro a menos que en la próxima década se reduzcan las emisiones de dióxido de carbono en un 45 % comparadas con los niveles de 2010, y que para 2050 se alcancen emisiones netas cero.

Transformar la relación con la naturaleza

Entre los cambios apuntados está la respuesta conjunta a las emergencias medioambientales del planeta y la transformación de los sistemas económico y financiero para que “lideren e impulsen el cambio hacia la sostenibilidad”.

Pero el informe también indica que hay “intereses creados” que se opondrán a los cambios necesarios para evitar la catástrofe y que esta resistencia “puede ser desactivada dirigiendo subsidios hacia formas de vida alternativas y nuevos modelos de negocios”.

António Guterres ha señalado en un comunicado que “la humanidad está librando una guerra contra la naturaleza. Esto no tiene sentido y es suicida. Las consecuencias de nuestra imprudencia ya son visibles en el sufrimiento humano, en enormes pérdidas económicas y en la acelerada erosión de la vida en la Tierra”.

Intereses creados

Watson, un químico británico que ha trabajado toda su vida en la ciencia atmosférica y ha sido asesor científico del presidente de Estados Unidos, dijo a EFE que una de sus conclusiones es que hay que “replantear estos enormes subsidios a los sectores de los combustibles fósiles y la agricultura, que suponen entre 5 y 7 billones de dólares al año” (entre 4,2 y 5,8 billones de euros).

“Ese dinero puede ser utilizado para realizar la transición a una economía de bajo carbono que conserve y restaure la naturaleza. Tenemos que ser honestos y dejar claro que sabemos que habrá oposición. No somos ingenuos”, añadió.

En este sentido, Inger Andersen explicó a EFE que “cada vez que hay una transición tecnológica o económica, se produce el peligro de que algunas personas sean abandonadas. Es muy importante que pongamos en marcha políticas en las que nadie quede abandonado con el cambio, por ejemplo, a energías renovables”.

“Y añadiría que este problema ya no es tema de izquierda o derecha en el mundo político. Existe un mejor entendimiento en muchos sectores de lo que la ciencia nos dice y el cambio necesario en las políticas”, añadió.

Países en desarrollo

Tanto Watson como Baste pusieron el acento en que el modelo económico actual está agotado y es necesario crear una nueva solidaridad entre el mundo desarrollado y los países en desarrollo.

“En el mundo industrializado nos hemos enriquecido transformando la naturaleza, cortando los bosques para convertirlos en plantaciones o explotaciones agrícolas o ciudades o carreteras. Todos nos hemos enriquecido con combustibles fósiles baratos, al usar carbón, petróleo y gas”, explicó Watson.

“Es una obligación de los países desarrollados trabajar con los países en vías de desarrollo para asegurarnos de que tienen acceso a energía limpia y barata si les estamos pidiendo que no corten sus bosques para que puedan desarrollarse. Porque la manera en que nos hemos desarrollado no es sostenible para el resto el mundo”, continuó.

Ivar Baste, un científico de la Agencia del Medio Ambiente de Noruega, insistió en que “vivimos en un planeta finito y el actual modelo de desarrollo eventualmente no funcionará”.

“Si emitimos más gases que lo que los océanos y la vegetación pueden absorber, nos enfrentamos a un cambio climático dramático. Necesitamos reconfigurar todo el modelo y lo podemos hacer sin perder lo ganado”, aseguró. EFEverde

El futuro del turismo será circular o no será

La pandemia ha recolocado al turismo en el foco de la atención mediática. No por los récords de turistas o por los problemas del sobreturismo, sino por su paralización a consecuencia de la hibernación que está sufriendo. Las repercusiones socioeconómicas son palpables. Por otra parte, la idea de sostenibilidad (sobre todo ambiental) ha ganado adeptos. Es la suma de ambos fenómenos la que ha hecho volver aún más la mirada hacia la economía circular, también en un sector de servicios como es el turístico.

¿Qué es la economía circular?

Aunque el concepto de economía circular no es nuevo (data de los años 80 del siglo pasado), no siempre se le ha dado el mismo significado ni ha sido vinculado explícitamente con el desarrollo sostenible.

Hasta hace relativamente poco su aplicación seguía siendo marginal. Habitualmente asociado a las industrias manufactureras, este modelo ha ido ampliando progresivamente su alcance, abarcando también a sectores de servicios como el turismo.

La economía circular es un modelo concebido para reemplazar al de la economía lineal, construido sobre la secuencia: tomar recursos de la naturaleza, fabricar, usar o consumir y desechar. Debido al impacto ambiental negativo de los residuos (acumulados en vertederos), así como a la progresiva escasez y encarecimiento de los recursos, este modelo se muestra ya insostenible. 

No consuma noticias, entiéndalas.

Alternativamente, el modelo circular trata de mantener los recursos en la economía el mayor tiempo posible, evitando que se conviertan en residuos. De esta manera, contribuye a regenerar el medio ambiente. Su enfoque puede ser proactivo (evitando la generación de residuos) o, en su defecto, reactivo (orientado a la gestión de los mismos a través del reciclaje).

Entorno institucional y turismo

Entre las directrices generales de la Estrategia de Turismo Sostenible de España 2030, se encuentra la de “impulsar la evolución de la actividad turística hacia los preceptos de la economía circular”.

Igualmente, la Agenda Estratégica de I+D+i del Turismo, elaborada en 2020 por la plataforma tecnológica de turismo Thinktur, incluye la sostenibilidad y la economía circular entre las líneas de I+D+i para el sector de la restauración. En concreto, señala: “las innovaciones pueden ayudar al sector a reducir el desperdicio de alimentos, materiales y energía, y también ayudar a otros y ser reconocidos por las prácticas ecológicas y la atención social”.

En lo que respecta al sector de hoteles y alojamientos turísticos, afirma: “la incorporación de buenas prácticas basadas en la economía circular también es importante en el camino hacia la transición a un modelo de negocio sostenible”. Y, con carácter transversal para toda la industria turística postula: “la transformación del modelo económico hacia una economía circular puede generar un importante impulso al turismo ya que saca partido a todos los activos de un destino, aprovechando y convirtiendo los flujos energéticos y de residuos en materia prima para el crecimiento, y también puede contribuir a aumentar el valor de la propuesta turística”.

Una estrategia española para la economía circular

Bajo el paraguas del llamado Pacto Verde Europeo de 2019 y alineada con el nuevo Plan de Acción para la Economía Circularlanzado en 2020 por la Comisión Europea, el Gobierno de España aprobó en 2020 la Estrategia Española de Economía Circular (España Circular 2030). 

En ese documento se define la economía circular como “aquella en la que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantienen en la economía durante el mayor tiempo posible, y en la que se reduce al mínimo la generación de residuos, lo que constituye una contribución esencial a los esfuerzos de la UE encaminados a lograr una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva”. 

Aunque esta estrategia “está dotada de un carácter transversal y aspira a convertirse en el marco de referencia para el conjunto de las administraciones públicas, empresas y la ciudadanía, por su importancia tanto para la sociedad como para la economía española, se realiza una planificación y un seguimiento especial de determinados sectores económicos”, entre ellos el turismo. 

Además, en España Circular 2030 se argumenta que “el uso intensivo del recurso hídrico, especialmente escaso en gran parte del turismo de playa, la elevada generación de residuos en zonas turísticas, junto con la dificultad de gestión de residuos debido a una menor separación de residuos en origen, así como el continuo crecimiento del turismo de interior asociado a la naturaleza, aconseja la incorporación de este sector a esta estrategia, en aras de fomentar su sostenibilidad”. 

En este sentido, con especial referencia al turismo de naturaleza y al desarrollo de las áreas rurales, declara: “los principios de sostenibilidad y circularidad también son transferibles a las medidas orientadas a revitalizar la España vaciada”.

Economía circular y estrategia empresarial

Por todo lo anterior, se espera que haya financiación para proyectos tendentes a hacer del turismo una industria más circular, con el apoyo de los fondos europeos. Por tanto, como vía hacia la sostenibilidad, es una oportunidad que no se puede dejar escapar. 

No en vano, el Gobierno de España considera la introducción del modelo circular como una iniciativa “para promover la reconversión del turismo”, siendo, junto con el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030, uno de los grandes vectores de cambio de esta industria, a añadir a la revolución tecnológica en ciernes.

Por ello, es básico hacer pedagogía sobre la economía circular (lo que es y lo que no es), sus potencialidades y sus principios. Más allá del reciclaje de los residuos, la economía circular intenta evitar su generación. 

A tal fin, además de lo que cada empresa pueda hacer internamente (rediseñando, reduciendo, reutilizando, reparando…), es necesario observar el potencial existente en la colaboración intersectorial, es decir, en lo que se conoce como simbiosis industrial.

Esta simbiosis aparece definida en el documento España Circular 2030 como una “estrategia empresarial que consiste en conectar varias industrias con objeto de reducir la necesidad de materias primas vírgenes y la eliminación de residuos, cerrando así el circuito del material, una característica fundamental de la economía circular y un motor para el crecimiento verde y soluciones ecoinnovadoras”. Además, la conexión entre empresas puede contribuir a la reducción de las emisiones y del uso de la energía, y a crear nuevos flujos de ingresos. 

Asimismo, las prácticas de los turistas y los residentes en los destinos son esenciales, a nivel, por ejemplo, de la separación de los desechos.

Turismo circular, sí o sí

En suma, la transición del modelo lineal a un modelo circular es una de las principales palancas de cambio en la economía actual, al que el sector turístico no es ajeno. La aplicación de la circularidad al turismo, como vía para reforzar su sostenibilidad y competitividad, es uno de los ejes que va a dominar la nueva etapa pospandemia, de ahí su actualidad. 

El futuro del turismo será circular o no será, como camino hacia el residuo cero en vertederos y neutro en emisiones de carbono. El turismo será amigable con el medio ambiente y el clima, o no será. Este es el desafío.