23 de febrero de 2010

El ataque de los visones

Mustélidos americanos en estado salvaje matan gallinas, ocas y conejos en granjas de varias comarcas

"Es un auténtico asesino", explica Gabriel Marquès en la granja del Centre Excursionista de Mura (Bages). Hace siete años que estas instalaciones sufren ataques del visón americano, que degüella a todo animal que encuentra a su paso. El peor fue el último, hace un mes y medio. "¡Fue escalofriante!", exclama. En total, mató 60 animales entre ocas, gallinas, faisanes y pavos reales. "Sólo nos han quedado, literalmente, cuatro animales", lamenta Marquès. En un ataque, un ejemplar mató a 60 animales de una granja .Está considerado especie invasora y tiene un alto índice de reproducción. Esta granja escuela quiere ahora restituir los ejemplares, para reanudar la labor divulgativa que realizan con escolares, esperando que no se repita el desastre. Y es que, tal como apunta Marquès, los ataques del visón americano se producen básicamente en invierno, ya que con las bajas temperaturas sus presas escasean.

Marc Pujols, propietario de una granja de Sant Pau de Casserres (Berguedà), también explica que en Nochebuena los visones mataron una veintena de pollos y palomas. Pujols denuncia el sadismo y el sinsentido de los ataques. "Los degüellan y les chupan la sangre, y si tienen hambre, se comen alguno", pero habitualmente no devoran a los animales que matan. La granja se encuentra a sólo 50 metros del pantano de Casserres, que "está plagado" de visones, apunta Pujols. Pero esta granja no es la única afectada, ya que masías vecinas han sufrido en las últimas semanas ataques similares en que han sido degolladas gallinas, ocas, conejos e incluso un cabrito.

Jordi Izquierdo, jefe de los Agentes Rurales en el Berguedà, afirma que en esta comarca se registran media docena de ataques de visones americanos cada año. El Departamento de Medio Ambiente no tiene contabilizados el número de ataques que se producen en toda Cataluña.

El visón americano pertenece a la familia de los mustélidos y es muy parecido a la marta y al hurón. No es un animal muy grande, ya que acostumbra a medir de 30 a 40 centímetros de largo y unos 15 de alto.

Como su nombre indica, se trata de un animal originario de América, pero fue introducido en España a finales de la década de 1950. Su destino: las granjas peleteras que explotaban la preciada piel del visón, como las instaladas en el parque del Montseny. Las continuas fugas de los animales de las granjas y la decadencia de la industria peletera han fomentado la expansión de la especie por todo el territorio en los últimos 10 años. Además, es una especie que se adapta bien al entorno.

Es un mamífero carnívoro y es habitual encontrarlo cerca de ríos y pantanos, ya que se alimenta básicamente de peces. En concreto, se han detectado ejemplares en todos los ríos de las provincias de Girona y Barcelona (excepto en el Barcelonès, debido al nivel de contaminación de los cauces), así como en la parte oriental de Lleida, aunque la cuenca del río Segre parece, de momento, libre de la presencia del visón americano.

El Departamento de Medio Ambiente calcula que actualmente hay unos 10.000 ejemplares salvajes en Cataluña, pero se trata de una cifra muy aproximada, ya que resulta difícil establecer un censo exacto.

El visón americano está considerado "una especie invasora que queremos erradicar", señalan fuentes de Medio Ambiente. El motivo es que pone en peligro otras especies, algunas de ellas en peligro de extinción, como su pariente, el visón europeo, "ya que ocupa su hábitat, lo desplaza y es más depredador", explica Izquierdo. Pero además la especie americana es portadora de enfermedades que pueden afectar e incluso causar la muerte a las autóctonas.

El segundo motivo para eliminarlo es su elevado índice de reproducción. El visón americano vive unos dos o tres años y acostumbra a tener unas seis crías. Santi Palazón, técnico del Servicio de Protección y Gestión de la Fauna del Departamento de Medio Ambiente, calcula que cada año nacen de 2.000 a 3.000 crías y sólo se cazan unos 50 ejemplares.

Precisamente, esta área de Medio Ambiente es la encargada de planificar cada año acciones de caza intensiva para proteger a otras especies. Estas campañas se ponen en marcha en las zonas donde más denuncias se han recibido de pescadores y granjeros. Así, el pasado año las principales acciones de captura del visón americano se realizaron en las comarcas del Bages, el Berguedà, el Vallès Oriental, la Selva y el Alt Empordà.

Una vez cazados, los animales se trasladan al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Torreferrussa, en Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental), y allí son sacrificados.

Diario El País

22 de febrero 2010.


NOTA: Esto suele pasar con los problemas de expecies exóticas (a causa de la piel se hicieron granjas que al escaparse ocuparon ecosistemas con pocos depredadores y competidores).

Nacho Padró

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