27 de agosto de 2015

Imputados dos vecinos de Alburquerque (Badajoz) por el envenenamiento de polluelos de águila imperial

Imputados dos vecinos de Alburquerque (Badajoz) por el envenenamiento de polluelos de águila imperialFotografía facilitada por el Seprona de la Guardia Civil de uno de los pollos de águila imperial. 
EFEverde.- El Seprona de la Guardia Civil ha imputado a dos vecinos de Alburquerque (Badajoz) como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la flora y la fauna, ya que se les atribuye el envenenamiento de dos polluelos de águila imperial, una especie en peligro de extinción.
Según ha comunicado la Guardia Civil, el pasado mes de mayo, en la Sierra de San Pedro, dentro del término municipal de Alburqurque, un trabajador de la empresa encargada del seguimiento del ciclo reproductivo y de la alimentación de aves protegidas descubrió en un nido el cadáver de dos polluelos de águila imperial.
Las aves fallecidas fueron enviados al Centro de Recuperación de Fauna de Sierra de Fuentes(Cáceres), que a su vez los puso a disposición del ecotoxicólogo de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura (Cáceres) para averiguar la causa de estas muertes.
El resultado de la analítica y de la necropsia de los cadáveres permitió averiguar que fueron víctimas del envenenamiento, por la ingesta de un cebo impregnado con “Carbofurano”, sustancia altamente tóxica.

Pesquisas

El equipo del Seprona de la Comandancia de Badajoz puso en marcha una meticulosa labor de investigación y rastreo encaminada al esclarecimiento de los hechos y contó además con el apoyo del Servicio Cinológico de la Guardia Civil con sede en El Pardo (Madrid), “perros detectores de cebos envenenados” y una decena de Agentes del Medio Ambiente de la Junta de Extremadura.
La búsqueda se centró en las diferentes fincas de la zona y de un conocido “cazadero” donde las rapaces capturaban las presas para cebar a sus crías, ubicado en la Sierra de San Pedro, distante a unos 3 kilómetros del nido donde se localizaron los cadáveres.
En una explotación ganadera anexa al cazadero, los perros detectaron varios recipientes con un contenido que reunía las características propias de estas sustancias “granulado” en sintonía con las halladas en los cadáveres, hecho posteriormente ratificado con el informe pericial del laboratorio que las cotejó.
Con las pruebas obtenidas en la investigación desarrollada, se imputó al propietario de la explotación ganadera donde se hallaron las sustancias tóxicas, así como al de una finca anexa como presuntos autores de un delito contra la protección de la flora y la fauna.
Motivados por los daños que les podrían causar las águilas en sus aves de corral y en las palomas de su finca, los imputados les dieron muerte a los polluelos presuntamente con cebos envenenados.
Las diligencias, junto con las imputaciones, han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Badajoz. EFEverde

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