23 de diciembre de 2020

Ya vivimos en un planeta en el que lo que fabrica el hombre es más que lo que da la naturaleza

 

CARACAS, VENEZUELA:  Un viaducto de la principal autopista que comunica Caracas con la Guaira, principal puerto y aeropuerto del pais, a 30 kms de la capital, se encuentra cortado al transito el 05 de enero de 2006. La autopista fue cerrada este jueves debido a danos en este viaducto confirmo el ministro de Infraestructura, Ramon Carrizales.        AFP PHOTO/Juan BARRETO  (Photo credit should read JUAN BARRETO/AFP via Getty Images)
AFP PHOTO/Juan BARRETO (Photo credit should read JUAN BARRETO/AFP via Getty Images)

Este año 2020 está marcado por muchas razones, y un estudio reciente ofrece una más: en 2020 la cantidad de material creada por los seres humanos – la suma de la masa de edificios, infraestructuras, coches y un largo etcétera – ha igualado a la biomasa del planeta, la suma de los pesos de todos los seres vivos que habitamos el planeta.

¿Qué significa esto? Es una forma muy directa de medir el impacto que tenemos sobre el planeta. Porque la masa de materiales construidos por el hombre no sale de la nada: es una medida muy clara de nuestro uso de recursos naturales, principalmente petróleo, rocas, minerales y metales.

Medirlo no ha sido sencillo, y de hecho no puede hacerse con precisión. Lo que han hecho los autores del artículo ha sido estimar primero la biomasa vegetal, la materia producida por plantas en todo el planeta. Para hacer esto se basaron en artículos y mediciones que luego pasaron a modelos de ordenador. Y también usaron datos de satélites para afinar mejor el cálculo.

Después pasaron a estimar la cantidad de biomasa del resto de seres vivos, basándose en estudios de campo de 2018. Y una vez sumado todo, lo compararon con la estimación de materiales de origen humano de distintos expertos, como este, por ejemplo.

La estimación dio una imagen muy clara de qué había pasado. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial la cantidad de materiales de origen humano ha ido creciendo cada año, mientras que la biomasa natural ha ido disminuyendo. Por ejemplo, el espacio ocupado por vegetación cada vez es menor – en parte debido a la deforestación, pero también por otros factores – mientras que el espacio “humano”, antropizado, aumenta. Y de hecho lo hace ocupando el espacio que antes era natural.

Hasta igualarse en 2020… aproximadamente. Los cálculos del equipo son muy buenos y precisos, pero no son absolutos. Hay un margen de error. Así que la igualdad entre las dos masas ocurre en 2020, más menos seis años. La masa de edificios y otras construcciones ya es mayor que la de árboles y arbustos, y el plástico pesa tanto como la suma de todos los animales del planeta.

También es cierto que no todas las construcciones humanas son iguales. Por poner un ejemplo, una presa para un pantano tiene mucho mayor impacto que la misma cantidad de cemento en mitad de la ciudad.

Lo que está claro es que, definitivamente, vivimos la era del hombre, el Antropoceno, y aún no sabemos del todo las consecuencia


J y J Toledo

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