27 de mayo de 2019

Los ecologistas de Florida están haciendo el máximo esfuerzo para proteger a los manatíes del turismo

El manatí se ha convertido en la estrella de una serie de excursiones en Florida. Grupos ecologistas, viendo el peligro del turismo para los animales, ya han empezado a tomar medidas para proteger la especie.
Crystal River es una paradisíaca zona ubicada en Florida. En las cristalinas aguas del Río Crystal habita el manatí de Florida, una subespecie del manatí antillano, que está catalogado como especie en extinción. Suele permanecer en las cabeceras del río.
El animal suele ser muy pasivo, por lo tanto es factible tener un encuentro cercano y disfrutar de la compañía. El manatí o vaca marina (Trichechus manatus) se encuentra comúnmente en áreas costeras poco profundas.
En los Estados Unidos, se concentra alrededor de Florida en los meses de invierno y migra al norte de Virginia y al oeste de Luisiana en los meses de verano.
La interacción del manatí con los humanos ha propiciado una serie de tours tanto para principiantes como para experimentados nadadores.
Los operadores turísticos ofrecen opciones para evitar molestar a estos mamíferos. Las burbujas de las bombonas de buceo suelen alejarlos, por lo tanto optan por el snorkeling y la filmación de videos submarinos.
A pesar de las consideraciones, hay momentos en que el exceso de turistas está creando serias molestias. Por lo tanto, el servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos están tomando una serie de medidas para evitar que las poblaciones se vean afectadas.
En esencia, se trata de tres estrategias que se detallan a continuación:

Protección de manantiales.

Conservación de los cuerpos de agua de King Spring, Three Sister Springs  y King Bay Man.

Observación de los manatíes desde la Tierra.

Se trata de una medida de protección cuando están en reposo y en período de lactancia, con el fin de evitar perturbaciones. La estrategia implica prohibición  de visitas en el agua y construcción de pasarelas y plataformas de observación.

Regulación a las visitas en el agua.

Se establece un límite de 29 personas entre visitantes, guías y fotógrafos. Se permiten seis empleados adicionales para rescate, liberación de manatíes, investigación, educación y restauración de hábitats.
Al implementar este tipo de acciones, se hizo un sondeo entre turistas, empresas y expertos en la materia. A raíz del estudio, se determinó que el grupo óptimo de personas en el agua debía ser 13 personas.

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