11 de noviembre de 2012

¿Vieja bacteria y mucha química, receta de la gasolina verde del futuro?


Fabricar un combustible mejor y más rentable que el bioetanol a partir de cualquier azúcar de origen vegetal, incluso hierbas o madera, podría próximamente ser posible, aseguran químicos estadounidenses. Por Laurente Banguet y Mariette Le Roux (AFP)
El procedimiento, elaborado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley parte de una receta centenaria: la producción de acetona y de etanol por fermentación de azúcares, con ayuda de una bacteria bien conocida, Clostridium acetobutylicum, de la misma familia que los bacilos responsables del tétano, el botulismo o la gangrena gaseosa.
Este bioetanol, como el producido por fermentación de otras bacterias, está lejos de ser perfecto.
La capacidad energética del bioetanol producido en la actualidad por la industria es más débil que el de la mayoría de los otros hidrocarburos, lo que lo reduce a veces a un aditivo con gasolina convencional, salvo si se modifica para ese efecto el motor.
"No puede ser mezclado con gasoil, solo con gasolina" y, como no puede ser llevado por oleoductos, debe ser transportado por camión, lo que lo convierte en una solución alternativa poco rentable, dijo a la AFP Harvey Blanch, de la Universidad de California.
La principal causa del bajo rendimiento energético del etanol es muy simple: su molécula solo contiene dos átomos de carbono.
Aquí interviene la reacción química perfeccionada por Harvey Blanch y sus colegas.
Gracias en especial a los catalizadores, actúan directamente sobre los productos de la fermentación por Clostridium para aumentar el número de los átomos de carbono de los alcoholes, utilizando los de la acetona.
El resultado es que aparecen hidrocarburos que contienen entre siete y quince átomos de carbono por molécula, indican en el estudio publicado el miércoles por la revista británica Nature.
"Lo que es interesante con esta fermentación, es que se puede utilizar con azúcares de diversos orígenes. Pueden surgir del almidón de maíz, celulosa, glucosa, etc. Puede tratarse de hierbas, bio-masa leñosa, álamo, remolacha", subrayó Harvey Blanch.
"Produjimos varios litros suficientes para probarlos en motores. El proceso químico debe todavía ser perfeccionado, pero se puede imaginar que sea viable en unos años", dijo su colega Dean Toste.
"Actualmente es más costoso que los combustibles derivados del petróleo, pero comparada con otras soluciones alternativas, es muy competitivo, incluso con relación al bioetanol mismo, pues con la misma cantidad de azúcar al comienzo, producimos un combustible mucho más eficaz", dijo Harvey Blanch.
Cuando el procedimiento llegue a su madurez industrial, su precio dependerá mucho de la compa

Judith Tobeñas

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